Si de algo sabemos los tampiqueños es de pescados, sus variedades y la posibilidad de convertirlos en exquisitos manjares para la delicia de locales y foráneos.
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De carne blanca u oscura, variedad de sabores, colores, formas y tamaños nos dotan los más de 400 kilómetros de costa de Tamaulipas. Además, contamos con variedad de ríos, presas y lagunas de agua dulce y salada.
La calidad no siempre la define el precio de estos frutos marinos, fuente de proteína, bajo en calorías y aportadores de omega-3 y ácidos grasos esenciales que no puede producir el cuerpo humano, pero que la naturaleza nos sigue dando a manos llenas, a pesar de la explotación y deterioro ambiental.
En los mercados municipales de Tampico, en especial La Puntilla son cerca de 100 tipos y variedades de peces y mariscos comercializados en el centenar de comercios, convertido en los principales proveedores de alimentos marinos para la región.
COMER PESCADO ES COMER RICO Y SANO
La vasta naturaleza del Golfo de México nos dota de los más conocidos: róbalo, guachinango, peto, trucha moteada, tiburón, cazón, sargo, boquilla, sierra, pámpano, marlín, medregal, barrilete, conejo, curvina, pargo, jurel, pez globo, raya, ratón, lenguado, langosta y atún. Sin dejar de mencionar el pulpo, calamar, raya o camarón entre otros muchos más.
De las lagunas, ríos o presas nos llegan a la mesa lisa, lebrancha, catán, bagre, gurrubata, barrilete, bagre, tilapia, carpa, chocomite y róbalo, sin olvidar el ostión, las siempre buscadas acamayas y el repudiado pez diablo, como parte de una larga lista que podemos saborear en casa o restaurantes.
Para Antonio Gutiérrez, especialista desde hace 30 años en especies marinas, las carnes más codiciadas por los chefs y conocedores son el medregal, róbalo, cherna y negrilla, porque es rica y jugosa y “no saben a marisco”, aunque provienen del mar o se alimentan de cieno en el lecho húmedo de lagunas y ríos.
¿CUÁL COMPRAR?
Son incontables los que recomiendan pescados con más grasa -los azules-, por encima de los blancos por su alto contenido en omega-3 y organismos internacionales dicen que los grasos como el salmón, trucha o atún contienen la mayor cantidad de esa sustancia y en consecuencia el mayor beneficio.
Sin embargo, otros señalan que lo más recomendable, igual que a la hora de comer frutas y verduras, es comer pescados de temporada, saber elegir el momento y el tiempo de comerlos en función de los nutrientes que aportan.
Elegir el mejor se puede convertir en todo un desafío al momento de comprarlo, pero las recomendaciones principales van desde verificar que la carne esté firme y tensa; las escamas permanezcan fijas y la piel brillante.
Otro indicador importante de frescura, es que las branquias estén húmedas, de color rosado a rojo intenso, y con un olor suave y desechar aquellos con ojos que no sean claros, traslúcidos y nunca estar hundidos, advierte Benito Guzmán, quien desde hace 50 años desempeña el oficio de filetero en La Puntilla.
Algo que nos preocupa siempre son las espinas, pero todos la tienen, aunque hay muchas opciones que al momento de comprarlos son limpiados y quedan libre de los aguijones, que suelen provocar desconfianza entre los consumidores al momento de comerlos.
Algunas asociaciones como el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros se dan a la tarea de crear una dieta nacional que incluya el consumo al menos tres veces por semana y coadyuvar a reducir los actuales índices de desnutrición, sobrepeso y obesidad.
ESPECIES RARAS
Antonio Gutiérrez, representante de los oferentes del mercado porteño ubicado en la desembocadura del río Tamesí, manifiesta que las aguas del Golfo de México, no solo provén a la región de variedades abundantes y tal vez más suculentas que el Pacífico, sino también de especímenes raros, además, expone que un grupo de biólogos se ha dado a la tarea de identificarlos.
Aunque cada vez son menos frecuentes, agrega que ha tenido la suerte de conocer especies como el tiburón zorro y en Altamira hace algunos años fue testigo del desembarco de un animal de ese tipo, con tamaño de 60 a 70 centímetros de largo, pero con una cola de un metro y tonos entre azul y blanco.
Recuerda que el litoral tamaulipeco es rico en variedades de escualos, aunque han desaparecido otros como tiburón sierra, con una prolongada nariz de hasta metro y medio, además, se caracterizaba por sus serruchos por ambos lados.
Incluso, se ha integrado un grupo de biólogos que hacen recuento de la fauna marina existente y de otras especies raras que han llegado como los peces gallo, cotorro o hasta el pez diablo, que se extiende aceleradamente y hace de las suyas en el sistema lagunario de la región.