La leyenda de que Tampico y Ciudad Madero son ciudades que están protegidas por extraterrestres que viven en las profundidades de playa Miramar ha llegado hasta oídos de investigadores de grandes universidades que, convencidos de la existencia de una base alienígena, han sospechado que desde la refinería del sur de Tamaulipas se les abastece de combustible, comenta Carolina Infante Pacheco, cronista de la urbe petrolera.
Aunque resulta increíble, en su experiencia como historiadora de Ciudad Madero ha presenciado hechos que parecerían sacados de una película de ficción.
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Leyenda urbana #1: Un sospechoso socavón en playa Miramar
Precisamente tras el paso del huracán Gilberto -en 1988- apareció una de las matatenas de la playa sobre la escollera, la cual no era nada fácil mover pues pesaba ocho toneladas.
“Los pescadores decían que en la tercera parte del malecón había un socavón, que efectivamente se movieron las piedras, pero había un hueco al que no podían entrar porque ya era una profundidad bastante interesante”.
Recuerda que cuando se construyó el malecón se usaron piedras traídas de San Luis Potosí como relleno.
Sin embargo, después se cambiaron por algunas de concreto, luego por matatenas y posteriormente fueron cuadros, “el diseño del relleno se ha ido cambiando, pero sí en esa ocasión se comentó (del hoyo), después se fue rellenando y desapareció. No quiero decir que algo tenía que ver, pero pues yo creo que está relacionado (…) Los fuertes vientos, las mareas, yo que sé”.
Leyenda urbana #2: Símbolos extraterrestres en Ciudad Madero
Infante Pacheco comenta que en una ocasión que estaban excavando en la plaza Isauro Alfaro, le informaron sobre el hallazgo de una piedra con símbolos de extraterrestres, “pues ahí vengo a la carrera a ver dónde estaba la piedra porque a mí también me sorprendió. El tipo de tierra que hay aquí no es con piedras, es arena o lodo.
Casualmente en lo que iba llegando me encuentro al maestro Jorge Yapur, que es padre del huastequismo, y pues nos bajamos, anduvimos viendo, pero no encontramos nada. Nos decían que era una piedra de un tamaño bastante considerable y preguntamos a los trabajadores que escarbaron, pero nadie sabía”.
Las piedras que se sacaron de ahí solo son dos, una que se tiene en exposición en Altamira y otra que se colocó sobre la avenida Álvaro Obregón.
“Son piedras compactas, pero no ese tipo de piedras que nos decían. A lo mejor alguien la sacó, pero te estoy hablando de que era de una dimensión de toneladas que a fuerzas debieron sacarla con camiones(…) De dónde salió el rumor, no supimos; pero era del dominio público”, detalla.
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Enfatiza que esta situación no pasó a mayores debido a que en aquella época no había redes sociales ni la facilidad de capturar fotografías. Pese a eso, hoy en día hay quienes dicen que se la llevaron o que se la robaron.
Leyenda urbana #3: Base alienígena en la colonia Tinaco
En la Barra y en la Tinaco, cuando estaban introduciendo el sistema hidrosanitario, encontraron unas piezas redondas más o menos de ocho metros de diámetro con un grosor de 40 centímetros en tres niveles y con algunas conexiones en centro y a los laterales.
“Y ya sabrás, que era el fortín de la Barra, que era parte de la base extraterrestre que había ahí; pero era la base del tinaco que alimentaba de agua al ferrocarril. Acá pasaba por Árbol Grande y allá en la Barra, en el Hospital de Ferrocarriles”, remarca Infante Pacheco señalando que siempre se tiene que buscar la razón lógica y sustentada.
Leyenda urbana #4: Pemex surtía de gasolina a los aliens en Tamaulipas
A principios de los 2000, llegó una antropóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirmando que ella tenía pruebas de que en la Refinería Francisco I. Madero estaban construyendo una base extraterrestre.
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Por la reconfiguración “en aquella época traían unas tuberías de tamaños descomunales, estructuras muy grandes y ella decía que tenía fotografías donde estaban metiendo a la refinería esas estructuras para construir una base extraterrestre.
Entonces nos dimos a la tarea de investigar, pedimos permiso para entrar y para que alguien nos guiara a donde estaban haciendo la reconfiguración, la tuvimos que meter a ella y a que tomara fotos, pero eran las tuberías para las torres”.
Incluso los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) le mostraron los planos de la reconfiguración que se estaba llevando a cabo, “pero ella decía que el coque lo estaban utilizando precisamente para alimentar las bases de los extraterrestres, me llamó mucho la atención por cómo armaron una historia y para mí un investigador de la UNAM es una persona seria, con una calidad de investigador elevada (…) Tenía una historia armada, pero era irreal”.
Ovnis en Tampico, ¿realidad, mito o simple curiosidad humana?
Por su parte, Josué Iván Picazo Baños, cronista de Tampico, explica que le ha tocado conocer a ciertas personas que asumen el tema con mucha convicción.
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“Personalmente no creo que existan, es interesante lo de la vida extraterrestre y más en el siglo XXI. Creo que es una búsqueda incesable y de algún modo es una manifestación más de la curiosidad humana; de saber si somos la única civilización que existe en el universo o en nuestra galaxia, por decirlo de algún modo”, dice.
Avistamiento: un fenómeno social
Para documentar estos hechos y ante la imposibilidad de pruebas más fidedignas, Picazo considera necesario basarse en su impacto social.
“Los avistamientos existen, la gente ha visto cosas en el cielo, recordemos que un ovni es algo no identificado y vuela. Uno ve algo en el cielo y si no lo identifica es un ovni”, señala el historiador indicando que esto podría tratarse de globos meteorológicos, un fenómeno de la naturaleza, satélites o drones de diversas características.
“Los avistamientos ocurren, lo interesante es ver qué consecuencias tienen en la comunidad, si han provocado expectación, pánico; entonces en la medida de que ese fenómeno es notorio, es digno de registrarse. Lo han hecho los periódicos, lo han hecho investigadores y en ese sentido se registra como un fenómeno social: algo se vio en el cielo, la gente reaccionó y eso se documenta. Qué era eso en el cielo, pues es algo que no podemos asegurar”.
No debemos confiarnos ante los huracanes: pese a los 'ovnis' en Tampico y Madero somos vulnerables
Ambos cronistas coinciden en que la población del sur de Tamaulipas no debe descartar los antecedentes históricos en cuando a las afectaciones ni olvidar la importancia de la protección civil.
Infante Pacheco cierra externando que no podemos asumir que ni la Virgen del Carmen ni los extraterrestres nos van a cuidar de un huracán, “tenemos que ser responsables en cuanto a tener la mínima educación en protección civil. Pero a veces somos muy curiosos, a veces la gente del sur de Tamaulipas sabe que va a venir un ciclón y lo primero que hace es irse a las escolleras a esperar que algo pase y ahí están hasta arriesgando su vida”.
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Mientras que Picazo Baños enfatiza que “saber lo que pasó antes nos ayuda a prevenir, no debemos echar en saco roto este aprendizaje y estas experiencias que tuvieron nuestros padres o abuelos. Somos una zona vulnerable a los fenómenos meteorológicos, ha habido avances en cuanto a protección civil y tecnología para la vigilancia de estos meteoros y ante la posibilidad de uno debemos estar prevenidos”.
Ahora que sabes sobre estas teorías conspirativas y leyendas urbanas que tuvieron origen en Tampico y Madero, ¿crees que realmente son dos ciudades protegidas por los extraterrestres y los ovnis?