En un círculo vicioso se han convertido los proyectos de conectividad terrestre para el sur del estado en el norte de Veracruz y oriente de San Luis Potosí, debido a la insuficiencia en la asignación de recursos para estas obras, que han cumplido varios años de desarrollo.
Al hablar sobre ello, el presidente del Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas, Eduardo Manzur Manzur, señaló que las metas fijadas para este año son mínimas en comparación con las necesidades que requieren estos proyectos carreteros, agregando que se requiere mayor labor de gestión.
En este sentido, sostuvo que la solución a los problemas de conectividad terrestre del sur del estado con el centro y sur del país requieren una inversión conjunta de cuando menos mil millones de pesos, sin embargo son mucho menores en la realidad, destacando que mientras se avanza en un lado, el resto de lo realizado ya registra deterioro.
Las gestiones del CIEST, dijo, van en el sentido de terminar los proyectos carreteros en la zona, que padece escasa conectividad, que es mala y está atorada por una inversión de dos mil millones de pesos, cuando la zona genera muchísimo más que eso.
“Hay recursos, pero son muy pequeños, en la Tampico-Ébano se habla de 300 millones cuando necesita mil; son 45 kilómetros, o sea, se pavimentarán 15, pero faltarán treinta por atender, pero mientras terminan estos quince los otros se echan a perder, igual pasa con la carretera Tampico-Ozuluama, se dice que se asignaron 100 millones, pero se necesitan más, ya con ese recurso se harán cuatro kilómetros faltando 41 más”, reveló Manzur Manzur.
Explicó que ya es tiempo de que el sur del estado se integre al resto del país por una red carretera de mayor calidad, tomando en cuenta que aquí se cuenta con dos puertos, un vasto complejo petroquímico en Altamira, así como una refinería en Ciudad Madero.