Armada con herramienta diversa y mucha determinación, Reina Cruz Ortiz ha sabido adaptarse a las necesidades y trabajos pesados para salir adelante.
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En 1981 ella y su familia decidieron salir del poblado San Miguel el Grande, en el estado de Oaxaca rumbo a Tamaulipas en busca de mejores oportunidades.
Apenas llegó con su esposo e hijos y tuvo que aprender labores diversas para salir adelante, en una tierra que era completamente desconocida para todos.
"Fue complicado poder adaptarse aquí que no conocíamos, ver la manera de sacar para la casa, comida y cosas que necesitábamos aquí", dijo a El Sol de Tampico.
Junto a su marido decidieron poner una vulcanizadora en la avenida Emilio Portes Gil, en Tampico donde poco a poco comenzaron a hacerse de clientes y hoy son sumamente conocidos.
Aprendió desde calibrar llantas, detectar ponchaduras, colocar gato hidráulico, quitar llantas y parcharlas, segura de que cada vez es más sencilla esta pesada labor.
Sin duda, Reina es ejemplo de perseverancia y ejemplo de que no hay límites cuando la determinación impulsa a salir adelante.