Entre un 10 y 15% subirán los precios de los fletes, a partir de enero próximo, consecuencia de las alzas en diésel, seguros, refacciones y lubricantes automotrices, así como nuevas cargas operativas impuestas por el SAT, que ensombrecen el panorama ya complejo para el gremio transportista.
El sector está sostenido en el sur Tamaulipas solo por los flujos de mercancías y productos de la zona industrial y puerto de Altamira, pues la actividad de Tampico ha dejado de ser rentable, cerrará en este año con una recuperación del30% en el volumen de cargas, insuficiente para cubrir la pérdida acumulada en el periodo de pandemia, aseguró la Conatram.
Arturo Puente Vázquez, coordinador de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram) dijo que los insumos a lo largo de este 2021, encarecieron 20% y las empresas denominadas hombre-camión, no pueden absorberlos más, pues afrontan rezagos desde hace dos años.
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Hizo ver que las tarifas locales no son fijas, pero el promedio del flete entre Tampico y Monterrey de un full de 48 toneladas es de 36 mil pesos y de Tampico a México 44 mil pesos, aunque lo competidores desleales puedan abaratarlos hasta 50%.
DÉFICIT DE CHÓFERES EN LA ZONA SUR DE TAMAULIPAS
Otro factor que ha limitado la rentabilidad, es la escasez de choferes, obligando a que alrededor de 500 camiones se encuentren parados en los patios de las empresas de Altamira, pues en los últimos años ha recrudecido la falta de mano de obra especializada.
“No se ha podido cubrir la demanda de operadores y es muy difícil que se pueda alcanzar de corto plazo, ya que hay crisis nacional en las líneas transportistas y en la entidad no se han abierto escuelas para preparar nuevas generaciones”.
AÑO 2022 DIFÍCIL
La proyección es seguir recuperándose y aunque el 2022 será difícil, la declaratoria de preponderancia para el sector ayudará a mejorar la rentabilidad de las empresas micro y pequeñas prestatarias de servicios en el sur de Tamaulipas, con una posición privilegiada por ser receptor de materias primas para la cadena industrial del Bajío y zona noreste del país.
No obstante, aseguro son muchos los desafíos a vencer, pues ahora se agregan las nuevas exigencias tributarias, como la carta porte, vigente a partir de enero próximo y que se convertirá en un complemento difícil de acatar.
“La falta tecnología y capacitación es un obstáculo para los hombres-camión, puedan cumplirlo, ademas que el documento exigido por el SAT, aumentara los gastos de operación y pondrá en peligro a los conductores por la información sensible que estará a la mano de cualquiera”.
En esta localidad, existen alrededor de 70 transportistas, que son fuente de empleo formal de mil familias.