El calentamiento y aumento de los mares es una realidad, por ello los esfuerzos internacionales se han reforzado tendientes a conocer las proyecciones del incremento del mar, acciones de protección costera y la forma de convivir con estas condiciones generadas por el cambio cimático.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) a través del Centro de Investigación en Centro de Investigación de Ingeniería Portuaria, Marítima y Costera (Cidiport) se ha sumado a esfuerzos internacionales con universidades de Cuba y Colombia.
El director del Cidiport, Sergio Jiménez Hernández, aseguró que “se efectúa una investigación conjunta con Cuba y Colombia para determinar el índice de migracion costera ante la evidencia en el aumento de los niveles del mar”.
El incremento de las aguas en el Golfo de México es hasta el momento la de mayor consideración en el mundo, “en promedio 7 milímetros por año -en el noreste mexicano-, mientras que en Galveston -en la zona de Texas- se registran hasta 12 milímetros por año”.
Los pronósticos más conservadores indican que de continuar esta tendencia en los próximos 50 años el aumento de los oceános sería de .35 a .60 metros, lo que representaría un riesgo mayúsculo para zonas costeras y aquellas ubicadas por debajo del nivel del mar como ocurre en la zona sur de Tamaulipas.
Lo más preocupante es que todo indica que la aceleración en emisiones de gases de efecto invernadero y la rotura de la capa de ozono aceleraría el deshielo de los casquetes polares y con ello un alza mayor en los mares.
ESTAMOS A TIEMPO
Expertos internacionales aseguran que estamos aún a tiempo de realizar los estudios y tomar medidas a fin de dar desde una óptica de expertos opciones a los gobernantes para proteger los litorales urbanizados.
“Es necesario dar a las autoridades elementos para que puedan tomar decisión en tres escenarios, una que es mover lo que hay en la costa, el segundo sería proteger la costa para que se conserve y el tercero es determinar si no existe riesgo”, explicó Jiménez Hernández.
Es por ello que la sumatoria de conocimientos internacionales se han centrado en este tópico “para que este índice de migración costera sea analizada de manera conjunta con expertos multidisciplinarios para que sea valorado y aportar a las autoridades estos elementos para que tomen decisiones”.
El incremento es paulatino e imperceptible, “le llamo el enemigo silencioso del cambio climático, no lo vemos pero ahí va”.
TAMAULIPAS CON ALTA VULNERABILIDAD
El estado de Tamaulipas enfrenta una alta vulnerabilidad por el crecimiento del océano en sus 420 kilómetros de costa, en municipios como Matamoros, San Fernando, Soto la Marina, Aldama, Altamira y Ciudad Madero.
Otras municipalidades sin litoral, como Tampico, también tienen riesgo al presentar varias zonas bajo el nivel del mar.
Sergio Jiménez refirió que en Ciudad Madero por lo menos 20% de su territorio está por lo menos un metro por debajo del mar, “son terrenos ganados a las lagunas donde se han asentado zonas habitacionales, colonias como Hipódromo, Las Flores, Los Rosales y Adriana González de Hernández entre las más vulnerables.
Las del litoral tamaulipeco son condiciones distintas a la de zonas de otros litorales donde hay áreas de 7 y hasta 60 metros por encima del nivel del mar o las costas del Pacífico con hasta 300 metros por encima de éste.
PROPONEN SEÑALIZAR A DÓNDE LLEGARÍA AUMENTO DEL MAR
Como una medida de prevención, pero también para hacer conciencia en frenar el cambio climático, los expertos aseguran que es viable comenzar a señalizar con letreros las proyecciones a donde estará el mar en el 2030 y el 2050.
Esto ayudaría a las autoridades a establecer planes de acción, prevenir a inversionistas sobre qué hacer si aplican su capital en zonas costeras, alertar a quienes vivan cercanos a litorales e incluso como una medida de conciencia.
“De ahí se podría determinar si se hacen muros, construcciones elevadas o se tiene que migrar de algunas zonas de riesgo”, expuso a El Sol de Tampico el experto de la UAT que trabaja en convenio con la Universidad Oriente de Cuba y la Universidad del Atlántico de Colombia en el manejo integral costero.