Tamaulipas pionero en la educación Lancasteriana

En la capital tamaulipeca se fundó la primera escuela por Ignacio Ribott

Alfredo Márquez | El Sol de Tampico

  · viernes 6 de mayo de 2022

La escuela normal Lancasteriana en Ciudad Victoria, Tamaulipas | Alfredo Márquez

La educación en el incipiente México independiente resultó, para los gobernantes de ese entonces, un gran reto por la falta de recursos económicos y humanos dedicados a la enseñanza en el país, Tamaulipas no fue la excepción, pero pese a ello fue pionero de la educación Lancasteriana.

En 1826 arribó la Compañía Lancasteriana a Ciudad Victoria, apenas 4 años después de establecerse en la Ciudad de México.

La falta de mesabancos en Ciudad Madero se detectó a raíz del regreso a clases presenciales | Cuartoscuro (Archivo)

De acuerdo a los informes del cronista de Ciudad Victoria, Francisco Ramos Aguirre, es muy probable que esta no aludiera a un plantel como tal, sino a un curso donde el aspirante a maestro observara cómo se daba la clase, repasara las materias y desempeñara los puestos de monitor e inspector como preparación para presentar un examen ante el ayuntamiento y conseguir la licencia para enseñar. Se usó el término “normal” para escuelas que sólo eran de primeras letras.

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TAMPICO, CUNA DE LA EDUCACIÓN LANCASTERIANA

El historiador de la capital tamaulipeca refiere que “podemos considerar que la cuna de la educación lancasteriana en Tamaulipas fue Tampico".

En marzo de 1826 llegó a las costas del sur el bergantín inglés “Perseverancia”, al mando del capitán G. F. Lyon, quien documenta en su diario una rica variedad de informes sobre la vida económica, política y costumbres del sur de Tamaulipas.

De estos apuntes de viaje, selecciona lo referente a la educación, tema que coincide con la llegada a Tampico del general potosino Miguel Barragán, entonces gobernador y comandante militar de Veracruz, quien el 28 de marzo invitó al capitán Lyon durante un recorrido por el puerto.

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Se unió al general y a un grupo de personas en una visita a la recientemente establecida Escuela Lancasteriana, instalada en el edificio más pulcro de la población, que había sido construido para ese fin. Aun cuando el establecimiento tenía sólo dos meses de existencia, albergaba ya doscientos niños y como veinte niñas estudiantes.

Lyon pondera que el salón escolar era cómodo, amplio, ventilado, con muebles, escritorios de madera de caoba y leyendas morales escritas sobre los muros. El maestro, muy probablemente el profesor Ignacio Ribott, leyó un largo discurso al general sobre las grandes ventajas derivadas de la enseñanza; pero pocos del grupo mostraron interés.

FUNDA LA ESCUELA NORMAL LANCASTERIANA EN 1826

El mismo profesor Ribott se encargaría de fundar una Escuela Normal que enseñaría gramática castellana, el método teórico y práctico de dirigir las Escuelas Lancasterianas con el interesante objeto de sistematizar la enseñanza, y difundirla en todo el estado.

A esta normal asistieron 16 jóvenes que sabían leer y escribir, originarios de Ciudad Victoria, Tula, Santa Bárbara, Llera, Horcacitas, Hoyos, San Carlos, Matamoros, Ciudad Guerrero, Camargo, San Fernando, Jaumave, Villa Jiménez y Altamira. El sueldo del profesor fue de mil 300 pesos.

Todo indica que el término Escuela Normal, en su papel formadora de docentes, como lo concibe el investigador Raúl García García o como se sugiere en la Contrata, es verdaderamente ambicioso dentro de la historia de la educación en Tamaulipas.

DEL FINANCIAMIENTO Y CONTINUACIÓN DEL LANCASTERIANISMO

Ramos hace referencia al asunto del financiamiento, horarios de clase, las evaluaciones de los alumnos, edificio, honorarios de los maestros y el término del contrato que se renovó el 25 de septiembre de 1829. En los documentos la presencia de Ribott no se sostuvo más allá de 1830 pero el lancasterianismo continuó operando con la presencia del educador Francisco Claudio Gojon.

EL MÉTODO LANCASTERIANO Y LOS INTENTOS DE RECONQUISTA

El método lancasteriano que utilizaban sus maestros se basaba en la enseñanza mutua: los alumnos -monitores- más aventajados de la clase impartían conocimientos a grupos de diez estudiantes, con el auxilio de un maestro titular.

Este novedoso método causó enorme expectación entre los tamaulipecos, quienes entre otras cosas vivían la incertidumbre del cambio monárquico al sistema republicano; así como las constantes amenazas de grupos peninsulares que deseaban anular la independencia y reconquistar el territorio para recuperar sus privilegios. Una de ellas fue la Conspiración del Padre Arenas en enero de 1827, resuelta por el presidente Guadalupe Victoria en junio de ese año.

El intento más relevante correspondió al brigadier Isidro Barradas, quien ocupó Tampico con sus fuerzas en agosto de 1829. Luego de varios combates donde participaron los generales Felipe de la Garza, Manuel de Mier y Terán y Antonio López de Santa Anna fue derrotado en septiembre de ese año, refiere el cronista de Ciudad Victoria.

La estancia del maestro Ribott en tierras tamaulipecas no superó los dos años. Tal vez las condiciones sociales y económicas por las que atravesaba la entidad no le fueron favorables para poner en práctica su proyecto y decidió emigrar a otro sitio.

Posiblemente le afectó la ley estatal de expulsión de españoles que expidió el Congreso de Tamaulipas entre noviembre y diciembre de 1827 que, de acuerdo a la legislación nacional, de alguna manera se aplicó con mayor rigor en San Luis Potosí.