Miles de abuelitos tampiqueños acudieron este miércoles 14 de abril para ser vacunados contra el Covid-19 en la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Sin embargo, las dosis se acabaron cuando más de tres mil personas aún esperaban en la fila, lo que generó molestia y bloqueo de avenidas.
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En medio del insólito escenario, que provocó tristeza, coraje e impotencia, gran número de familias se dieron a la tarea de mostrar el lado humano que prevalece entre los tampiqueños en lo que ha sido considerada como una jornada de vacunación donde prevalece “un trato inhumano” para los abuelitos.
Tal es el caso de la familia Burgos, don Pedro con su esposa e hija reunió dinero para llevar botellas de agua natural fría en una hielera y de bebidas rehidratantes, “debemos de apoyar a la gente que necesita hidratarse, hemos andado en el Metro y en Madero, de la familia nos organizamos e hicimos esta obra a la gente”.
Con la misma generosidad de la familia Burgos, un grupo de trabajadores de Fundación Dondé cooperaron y compraron botellas de agua, llevándolas a las personas que se mantenían bajo los fuertes rayos del sol a las afueras de la universidad, exigiendo ser vacunados.
Es la otra cara de la vacunación, la solidaridad de la población que ha surgido ante lo que la ciudadanía señala como “una falta de logística de Bienestar federal” que a través de los servidores de la nación encabezan las brigadas Correcaminos, que son las responsables de la vacunación a nivel nacional.