No hay esperanza para que en este año la industria gastronómica recupere los 10 mil empleos que en Tampico, Madero y Altamira perdió entre marzo y diciembre pasado, esto por la semiparalización que todavía flagela a esa actividad, a causa de la contingencia de salud.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
Hasta la semana pasada, el recuento final del 2020 de negocios cerrados, entre restaurantes y salones de fiestas sumó los 250, que no reabrirán pronto porque no hay programas oficiales para rescatarlos, advirtió Reyes González del Ángel, presidente de la Asociación de Empresarios de Restaurantes y Alimentos Condimentados.
Las empresas sobrevivientes buscan reinventarse para aguantar las restricciones sanitarias que mantiene el gobierno de Tamaulipas para atenuar los contagios Covid-19, aunque la dispersión de la enfermedad está ocurriendo en las enormes aglomeraciones que hay en zonas comerciales, en el transporte urbano o por la falta de responsabilidad ciudadana, no en salones de eventos o restaurantes, donde se cumplen las medidas de salud, consideró.
En ese sentido, mencionó que su gremio está buscando una reunión con la Secretaría de Salud y la Secretaría de Desarrollo Económico para gestionar incentivos, como la aplicación de reducciones en el costo de las licencias de alcohol, incentivos en el cobro de Comapa, entre otros apoyos.
También que el aforo de los salones de eventos se amplíe hasta el 75% y al igual ocurra en restaurantes, permitir la música en vivo y ampliar los horarios de cierre para facilitar la recuperación económica de esa industria que desafortunadamente dejó en la calle entre 8 mil y 10 mil personas, quedando sin ingresos económicos.
No hay confianza que en este mismo año los empleos perdidos puedan recuperarse y eso podría tardar hasta dos años y son muy pocos los estímulos para que los empresarios puedan reabrir los establecimientos que quedaron en bancarrota.
Sobre los márgenes de recuperación, el líder empresarial local señaló que podrían ser hasta dentro de dos años y estimó que el primer semestre de este 2021 seguirá siendo especialmente difícil, pudiendo mejorar en el segundo, aunque todo dependerá del avance del programa de vacunación contra el Covid-19