Tenía un mes de vacaciones y su padre lo invitó a ser Bombero. “Puedo estar un rato para ver como es estar en el cuartel”, pensó Héctor, quien en ese entonces tenía 23 años de edad y quien en el próximo mes de noviembre estará cumpliendo 27 años de servicio en el Heroico Cuerpo de Bomberos de Tampico.
Ahora Héctor Guzman Curiel, uno de los más veteranos de la corporación tiene el grado de subteniente, “ ocho de mis tíos, mi padre y varios hermanos han pertenecido al cuerpo de bomberos de Tampico; a mí me invitó mi papá mientras estaba de vacaciones junto con mi hermano”.
“De un mes ya se hicieron casi 27 años y espero seguir por mucho más tiempo, porque no esta en mi pensamiento aún jubilarme ni nada por el estilo, pues me apasiona mucho servir a la ciudadania, el hecho que pueden contar contigo para solventar una situación y prevenir situaciones de riesgo para la población”.
Es un trabajo que te mantiene siempre alerta, comenta, “donde debes de ir aprendiendo muchas cosas, sobre todo formas de prevenir incidentes, pero también otras reactivas, para saber como actuar correctamente en caso de un percance, desde controlar un animal silvestre hasta rescatar a personas de accidentes viales o incendios, pero todo siempre tiene un objetivo: ayudar a la gente”.
Este 22 de agosto se conmemora el Día del Bombero en México, fecha en la que se creó el primer cuerpo de bomberos en el país, que fue el del puerto de Veracruz en 1873, siendo el Heroico Cuerpo de Bomberos de Tampico el tercero en ser instaurado en el la república en el año de 1903, un 30 de marzo de hace ya 115 años.
Una tarde de un 14 de febrero, recuerda el subteniente Héctor, “llegaron muy nerviosos hasta la comandancia unos jóvenes, él muchacho no sabía como explicar la situación y empezó diciendo que quería mucho a su novia, nosotros pensamos que algo muy grave estaba pansando y le pedimos que se calmara”.
Ya más calmado, sigue platicando, “nos explicó que quería que lo ayudaramos a bajar un globo que estaba atorado en los pinos de la Laguna del Carpintero, porque dentro estaba el anillo de compromiso que le iba a entregar a la muchacha, comentando que al momento de darselo a la chava se le soltó, pero por fortuna quedo entre los árboles”.
“Esa es una de las tantas anécdotas que hemos vivido como bombero, hay varias tristes, pero me gusta acordarme de esta que fue muy simpática y que ejemplifica que la ciudadanía tiene el concepto de que los bomberos pueden ayudarlos en muchas situaciones de riesgo y de apoyo como en este caso”, afirma.
Héctor Guzman Curiel, recibirá junto a otros 13 compañeros, incluyendo el comandante Juan García, un reconocimiento por sus años aportados a esta noble labor de auxiliar a la población desde esta corporación, llena de héroes que inspiran y ponen la semilla de la solidaridad en cada niño, que al verlos siempre exclama: ¡mamá cuando crezca voy a ser bombero!.