Serpientes de la zona, entre cascabeles, coralillos y mazacuatas

El tratamiento de antiveneno en un hospital privado es costoso

Gustavo García | El Sol de Tampico

  · sábado 16 de julio de 2022

La coralillo arlequin se caracteriza por sus colores | Pixabay

Místicas, sagradas, veneradas y hasta mitológicas, las serpientes han influido fuertemente en la diversas culturas y en la zona existen desde cascabeles, coralillos hasta mazacuatas, muchas en vida silvestre y otras usadas como mascotas.

Es justamente el verano la temporada de reproducción, por lo que incrementan su agresividad cuando se sienten acorraladas, ante ello especialistas recomiendan evitar encuentros directos o intentar atraparlas.

Se localizan en las regiones tropicales de Norteamérica, sin embargo, se confunden con las corales ratoneras, las cuales no son venenosas, pero sí tienen un aspecto muy similar | Captura de pantalla Facebook: @voluntarios.tam

En la zona sur del estado son pocos los casos conocidos de picadura en humanos, pese a la variedad con la que se cuenta, sobre todo en la zona rural y en algunos casos la periferia de las áreas urbanas o nuevos fraccionamientos.

ESPECIES Y VENENO

De acuerdo con los especialistas, en la región existen al menos 43 especies de serpientes, la gran mayoría no venenosas.

Las más comunes que encontramos en patios y áreas verdes son la ratonera de las planicies -Panterophisemoyri-; la chirrionera roja -Masticophis flagellum-; y la mazacuate -Boa imperator-.

El director de Ecología y Medio Ambiente en Altamira, biólogo Rubén Herbert Zárate dijo que ninguna de estas posee veneno ni son peligrosas para el ser humano, aunque por el estigma que se tiene de estos animales muchas veces son atacadas.

Las únicas especies presentes en el municipio consideradas de riesgo son la Nauyaca -Bothrops asper-, la Cantil -Agkistrodon taylori-, la cascabel de diamantes -Crotalus atrox-, la cascabel totonaca -Crotalus totonacus- y la serpiente coralillo arlequín -Micrurus tener-.

Las primeras cuatro presentan un veneno hemotóxico-proteolítico, el cual causa una necrosis en los tejidos en donde muchas veces es necesario amputar los miembros de la zona mordida, mientras que la última presenta un veneno neurotóxico, el cual bloquea los impulsos eléctricos en el cerebro, impidiendo la acción de músculos importantes como aquellos que intervienen en la respiración.

¿QUE HACER EN CASO DE UN INCIDENTE?

La principal indicación al momento de ocurrir un accidente ofídico, es mantener la calma. La angustia causa la aceleración de nuestra respiración y alteración del pulso cardíaco, provocando que el veneno se distribuya más rápido a lo largo de nuestro cuerpo.

La serpiente ratonera de las planicies es una de las más comunes en la zona | Gustavo García

El lugar de la herida debe lavarse rápidamente con agua y jabón y trasladar al afectado lo más pronto posible para recibir atención médica.

Por ningún motivo se deben aplicar torniquetes, tratar de succionar la herida ni ingerir ningún tipo de medicamento o remedio casero.

SUEROS ANTIOFÍDICOS Y SUS COSTOS

En la zona sur de Tamaulipas un hospital particular ubicado en Tampico cuenta con sueros antiofídicos necesarios para tratar las mordeduras de Nauyaca y Coralillo.

Este tratamiento es muy costoso ya que, para envenenamientos graves, se deben aplicar de 10 a 20 dosis de antivenenos, cuyo costo de tratamiento ronda los 4 a 5 mil pesos.

El especialista señala que la primera opción siempre es tratar de prevenir este tipo de interacciones, respetando a todas las especies de víboras, especialmente si desconocemos si se trata de alguna venenosa.

Es imprescindible no tratar de manipularlas ni agredirlas y mucho menos tratar de matarlas, ya que se trata de un delito establecido en las normas federales que puede acarrear una pena de hasta 9 años de prisión.

En el sector público el director del hospital Dr. Carlos Canseco, Jorge Humberto Delgado García dijo que se cuenta con alguno de estos sueros, los que generalmente son empleados en pacientes provenientes del norte de Veracruz.

TEMPORADA DE APAREAMIENTO DE LA CORALILLO

Ante las altas temperaturas y la temporada de apareamiento, autoridades de Altamira alertan sobre la presencia de la serpiente coralillo, cuya mordida puede llegar a ser mortal.

En las últimas semanas el área de Ecología y Medio Ambiente de Altamira ha capturado dos ejemplares de este tipo, mismas que han sido liberadas en áreas lejanas al área urbana.

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Se caracteriza por sus aros rojo, amarillo y negro, no se trata de una serpiente agresiva, pues es muy calmada y por ello es importante que la población tenga cuidado y no intente capturarlas y lo mejor que puede hacer es llamar a las autoridades.

JÓVENES HAN OPTADO POR SERPIENTES COMO MASCOTA

El médico veterinario zootecnista, Nelson Ricardo Morales Nava, dio a conocer que últimamente se ha optado por tener serpientes en casa, normalmente las constrictoras no venenosas.

En su mayoría son jóvenes quienes han hecho una moda tener estos animales como mascotas, por lo que consideró que se deben de tener cuidado porque nunca dejan de tener el instinto animal de ataque.

“Se debe de tener cuidado, colocarlas en un área adecuada con control de temperatura y humedad para que tengan una buena vida estando en cautiverio, pues estas no son capaces de regular su temperatura corporal, por ello se les debe de proporcionar un espacio óptimo con herpetarios o normalmente peceras que hacen su hábitat en habitáculos de cristal”, indicó.

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Temidas por su veneno o capacidad de asfixiar a sus presas, objeto de cazadores que buscan su piel y victimas del desarrollo urbano que han devastado sus hábitat, sobre estas enigmáticas criaturas se han tejido mitos que las colocan en peligro de extinción y bajo protección federal.

Perseguidas por su piel, cascabel y carne son utilizados como amuletos o alimento para elaborar cinturones o zapatos o en rituales “curativos”.

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La variedad de serpientes que existen en la zona desde cascabeles, coralillos hasta mazacuatas favorecen a mantener el equilibrio en el control de plagas, pero desafortunadamente son repelidas o atacadas por el desconocimiento del hombre.