En el año pasado poco mas de veinte empresas nacieron en la formalidad de jóvenes empresarios en este puerto, sorteando la escasa oferta crediticia y del insuficiente esquema oficial para facilitar el emprendimiento entre personas menores a los treinta años de edad y que afrontan la tasa más alta de desempleo con el 7% en esta localidad.
Jorge Reyes Cruz, presidente de la Comisión de Jóvenes Empresarios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Tampico, explicó que es este grupo de la población productiva quien más le apuesta a la conformación de micro empresas en esta conurbación y en el 2018 generaron un promedio de 250 empleos formales.
Esta cifra solo corresponde al grupo integrado en la Canaco, pero es mucho más amplia pues hay un creciente número de pequeños comercios e industrias que aparecen en barrios, avenidas principales y plazas comerciales y que sus dueños buscan aprovechar el potencial de negocios ofertado en la localidad por la industria, el turismo y el comercio, apuntó.
Fueron los giros de gastronomía, centros nocturnos, tecnología y servicios, los de mayor auge entre la población menor a los 35 años que se ha encadenado a la vida productiva regional, a pesar que no han funcionado los programas para apoyar el emprendedor.
Dijo que el promedio de inversión es de 250 mil pesos, que no llega de apoyos bancarios o de programas de fomento, sino de aportaciones de familiares, lo que facilitó la apertura de empresas en esta localidad.
PERSPECTIVA OPTIMISTA PARA EL 2019
Explicó que para este año la perspectiva es muy positiva, pues aunque la expectativa de crecimiento de la economía nacional es de 2%, es probable que la inversión productiva entre los jóvenes alcance un desarrollo superior y sea del 7 ó 9%.
Aún se desconoce cuáles serán los apoyos del gobierno federal para impulsar el nacimiento de empresas micro y pequeñas y si bien se lanzó la plataforma de "Tandas", su monto es muy exiguo pues apenas son 6 mil pesos, lo que está destinado hacia otro mercado, indicó.
DIFÍCIL SOBREVIVENCIA
Sin embargo, expresó, el gran reto es lograr la sobrevivencia de los negocios y que éstos traspasen muchos años, lo que ha obligado a este organismo a ofrecer talleres de administración y evitar que el empirismo acabe rápidamente con las nacientes empresas.
Para el creador de arreglos florales Pedro Luna, abrir su negocio hace poco más de un año no ha sido fácil. Le ha dedicado muchas horas de su vida para mantenerlo, pues no ha contado con respaldo oficial ni para recapitalizarlo u obtener capacitación.
No hay suficiente información de las acciones destinadas a los jóvenes, quienes ante la falta de oportunidades laborales apuestan a crear una micro empresa y afrontar el gran desafío de la sobrevivencia, puntualizó.