Padres y madres de familia de la escuela primaria "Benito Juárez", ubicada en el ejido homónimo de Altamira, se oponen al regreso a clases presenciales de sus hijos, por qué aún no hay un dictamen oficial por el olor a gas que se percibe dentro de la institución educativa.
Lo anterior quedó de manifiesto este lunes 28 de noviembre, cuando los padres de familia se reunieron en el plantel educativo con la directora Rosaura Báez Muñoz, para declarar públicamente que no enviaran a sus hijos a la escuela a qué reciban clases presenciales por esta condición.
¿Qué hizo reaccionar a los padres de familia de esa manera?
Los padres de familia de dicha institución educativa, localizada a un costado de la carretera Tampico-Mante a la altura del kilómetro 36, se manifestaron de esa manera después de que la directora de Protección Civil Municipal, María Luisa Cuevas Rivera, indicó que no había problema para que hubiera clases presenciales.
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"Nosotros no vamos a permitir que nuestros hijos vengan a clases presenciales hasta que haya un dictamen oficial en la que indican que no existe riesgo alguno por explosión o persistencia de olor a gas dentro de la institución educativa”, dijo la presidenta de la Asociación de Padres de Familia, Mirna Alejandra Salas Rodríguez
En espera del dictamen de que no hay riesgo de explosión
Previo a esa manifestación por parte de los padres de familia, quienes pidieron la presencia de los medios de comunicación para fijar su postura, la directora de Protección Civil municipal afirmó que aún no estaba el dictamen de los laboratorios encargados de hacer los estudios del subsuelo.
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"Para nosotros, como Protección Civil no existe riesgo alguno de explosión, nosotros damos la autorización de que regresen a clases, aunque falta el dictamen de los laboratorios que hicieron los estudios correspondientes y a la escuela le tiene que autorizar la Secretaría de Educación de Tamaulipas", agregó María Luisa Cuevas Rivera.
En la escuela hay un letrero que alerta de un ducto
Dentro de las instalaciones del plantel hay un letrero en la que se advierte de la presencia de un ducto de Pemex, en este caso el oleoducto Cadereyta -Reynosa, por lo que los padres de familia tienen temor que haya riesgo de explosión.
"Un maestro no se va a hacer responsable de la seguridad de mi hijo que lo traigo aquí a la Escuela, entonces quien va a asumir esa responsabilidad de que debajo de los salones de clases pasa una tubería del ducto de Pemex, los de esa dependencia han dicho que los se desligan de cualquier situación que pudiera presentar", informó Salas Rodríguez.
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La escuela primaria "Benito Juárez", que cuenta con una población educativa de 100 alumnos de zonas ejidales y comunidades circunvecinas, fue desde hace dos semanas por un fuerte olor a gas, por lo que los padres de familia se oponen al regreso de clases presenciales, ya que aún no hay un dictamen definitivo de lo que ahí ocurre.