En medio de la contingencia de Covid-19, a la que hizo frente desde su segundo hogar el IMSS N°6 de Ciudad Madero, Nicanor Ricardi Constantino, secretario general de la delegación 2 del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social Sección X Tamaulipas, se ha jubilado entre golondrinas, el reconocimiento de sus compañeros y la nostalgia de una trayectoria destacable.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
“No es fácil tomar la decisión de jubilarme durante la pandemia porque la naturaleza de uno como médico es estar frente a la batalla, pero debemos de ceder el lugar a nuevas generaciones que vienen con entusiasmo.
Como maestro confío en que mis alumnos harán un excelente papel para posicionar a México entre los primeros países en materia de salud”, dijo Ricardi Constantino en emotiva entrevista.
El médico ingreso al IMSS en 1992 y fue asignado al área de Urgencias de la clínica en Estación Manuel.
Tras especializarse en radiología e imagenología en el Hospital de Alta Especialidad N°25 de Monterrey, se incorporó al IMSS N°6 de Madero en el año de 1998, cumpliendo con más de 30 años ininterrumpidos de servicio y afirmando sentirse muy agradecido con sus pacientes, pero principalmente con su familia ya que han sido el impulso de una trayectoria impecable.
Para el año 2019 fue nombrado secretario general de la delegación 2 del SNTSS, cargo que deja al jubilarse, pero reconoció que en medio de la pandemia de coronavirus fue una de las funciones más arduas con las que tuvo que cumplir.
“Sí fue un gran reto porque tuve que pugnar para que se garantizaran las condiciones de seguridad e higiene para nuestros agremiados, que no se expusieran innecesariamente al riesgo de contagio, pero sin pasar esa línea delgada de incumplir en nuestro compromiso con los derechohabientes, preservando la salud y la vida de ellos”.
“Creo que se requirió de una gran capacidad de negociación, de concientización y un gran sacrificio con nuestras familias a quienes como consecuencia natural poníamos en riesgo, pero creo que todo se ha logrado y el gremio sigue de pie frente a la pandemia”.
El médico radiólogo dijo que el adiós al nosocomio que ha sido su segundo hogar, se da en medio de una gratitud no solo a su familia y pacientes, sino también a “Dios, porque me ha permitido llegar pleno a esta fecha, a mi noble instituto y a mi glorioso sindicato”.
Tras su último recorrido por los pasillos del hospital que lo vio forjar una carrera profesional admirable, el médico compartió una comida con sus familiares, líderes sindicales y colegas, quienes le reconocieron la labor realizada.
“Me voy contento, pleno de mis facultades físicas y mentales; feliz término de labores, cerrando un ciclo profesional y labor donde dejo muchos amigos”, concluyó.