Incrementar a cien pesos el salario mínimo general no tendría efecto positivo alguno en la economía de los trabajadores para obtener un poder adquisitivo suficiente, pues sería necesario ganar entre 350 y 400 pesos diarios y que el Gobierno tuviera un control efectivo sobre los precios de la canasta básica.
Pablo Loyola, secretario de Finanzas de la Federación Regional de Trabajadores de Tamaulipas de la CTM, dijo que por décadas la clase trabajadora ha llevado sobre sus espaldas el costo de la inflación, pues mientras reciben un aumento salarial del 4%, los precios al consumidor se multiplican y no son absorbidos por las empresas, sino por las familias.
Consideró que la propuesta del candidato a la Presidencia de la coalición "Por México al Frente", Ricardo Anaya, de aumentar a cien pesos, no tendría ningún efecto inmediato, porque sería inflacionario para los trabajadores y que de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) una familia de cuatro personas en áreas urbanas, requiere ganar 398 pesos por día.
Incluso, ese organismo expuso que el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de de la canasta alimentaria aumentó de 38.9 a 39.1 por ciento entre el primer trimestre de 2017 y el primer trimestre de este año.
"Sería muy complicado, porque sería necesario que el Gobierno estableciera mencanismos para que la cadena de producción y distribución no aumentara, no cargara esa alza a los precios finales al consumidor, como sucede actualmente".
Los patrones tendrían que actuar con flexibilidad y el gobierno evitar que no existan esas alzas, que por años han empobrecido al grueso de las familias mexicanas.
Por otro lado, señaló la precariedad de los empleos generados este sexenio porque su calidad no basta para satisfacer las necesidades de un hogar, ya que se concentran en los niveles salariales más bajos .
Es cierto, que ha habido empleos, pero sus ingresos son muy precarios y los trabajadores perciben entre 1.5 y dos salarios minimos, explicó.
En el año pasado, el Gobierno del Estado informó que se habían creado más de 25 mil nuevos contratos de trabajo, pero con ingresos bajos.