Aunque hace 165 años las Leyes de Reforma separaron a la iglesia del Gobierno, los sacerdotes y monjas son ciudadanos que requieren de un servicio médico y ejercer su derecho de contar con una vivienda, para ello instituciones religiosas tienen que recurrir al pago del Seguro Social o a la contratación de un servicio especializado y gastos médicos mayores.
De acuerdo con información de la Diócesis de Tampico, este organismo cuenta con 106 sacerdotes, de los que 60% están registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Nuestro obispo anterior, don José Luis Dibildox, en paz descanse, insistió en que todos los sacerdotes estemos inscritos en el Seguro Social y somos 106 sacerdotes en la Diócesis; somos como un 60 % de sacerdotes los que estamos incluidos en el Seguro Social”, declaró a EL SOL DE TAMPICO el vocero de la Diócesis, Néstor Javier López Rodríguez.
Esto les permite acceder a citas médicas dentro del Instituto y en caso de que se requiera a tratamientos especializados.
“A las citas médicas, medicamentos y todo eso y así es como nos manejamos, lo básico vamos al Seguro Social”, indicó.
En estos casos, son las parroquias las encargadas de realizar el pago de aportaciones del IMSS y el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), así como el pago de los impuestos respectivos.
El episcopado mexicano cuenta con oceas
Independiente al registro dentro del IMSS de los presbíteros, el Episcopado Mexicano cuenta con un sistema de protección para ellos, se trata de una mutual denominada Oceas.
De acuerdo con su sitio web oceas.org.mx es una obra interna de la Conferencia del Episcopado Mexicano que atiende a los clérigos en sus necesidades de salud, descanso, vejez o invalidez.
“Para que puedan llevar a cabo la misión que Dios les ha encomendado según la etapa de la vida en que se encuentren”, detalló este organismo convertido en Asociación Civil desde 1965. Es reconocido por la Conferencia Episcopal como medio oficial para establecer el seguro sacerdotal y llegar a tener el instrumento para el Seguro Social a favor del Clero.
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“Todos estamos en Oceas, la Obra de Clérigos en Ayuda Solidaria; no es una aseguradora como tal, es una mutual que cubre ciertos gastos médicos de cada uno de los sacerdotes”, detalló el vocero.
Señaló que un porcentaje de la Colecta que se hace del Diezmo cada año se destina para cubrir los gastos de Oceas.
Sacerdotes no aspiran a un crédito del Infonavit
López Rodríguez indicó que aunque los sacerdotes cuentan con el derecho de acceder a un crédito de interés social en el Infonavit, no es común que se interesen en ello.
“Nosotros no pensamos tanto en eso porque no tenemos familia, nosotros tenemos una Casa Sacerdotal y ya está habitada por algunos sacerdotes”, explicó.
“Yo soy sacerdote, tengo ocho años de ordenado y ya yo me veo de viejo, pues en la Casa Sacerdotal no pensamos en un patrimonio personal, porque más bien lo vemos más comunitario”, indicó.
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Los sacerdotes se jubilan a los 75 años de edad, por lo que optan por irse a vivir a este espacio.
“En Casa Sacerdotal -de Tampico- está el padre Leopoldo Espinoza, el padre José Luis Cervantes, está el padre Joel Alanís, por enfermedad el padre Elías González, el padre Lino, el padre Pedro Cruz: ellos son los sacerdotes que están actualmente”, precisó.
Destacó que hay sacerdotes que han llegado a los 65 años y cobran su pensión.
“Sí, los padres ya mayores que están tienen ya ese beneficio, he sabido de mínimo unos tres que ya la cobran”, agregó.
Congregaciones de monjas es distinto
El abogado Javier Ramos precisó que el caso de las monjas y otras congregaciones religiosas se maneja de una forma diferente en el tema de la seguridad social, sin embargo, son personas morales que deben cumplir con las exigencias de ley.
“Tanto las monjas como nosotros los laicos servimos a la iglesia, pero no formamos parte de la jerarquía; es el sacerdote, monseñor, obispo, arzobispo, cardenal, hasta que llega al Papa, esa es la jerarquía”, precisó.
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“Los sacerdotes pues son cosas muy diferentes, ellos hacen votos de pobreza, de humildad, de castidad y en el de pobreza pues ellos siempre se van a lo mínimo”, sostuvo.
Detalló que cada congregación tiene definidas sus reglas, aunque en el caso de las monjas ellas residen en las casas de sus órdenes.
“Tienen sus obligaciones, también tienen que dar de alta sus construcciones en el Seguro Social y todo porque ahí también me ha tocado defenderlos”, detalló.
Consideró que hay quienes creen que en la Iglesia se maneja mucho dinero aunque no siempre es así. “A lo mejor sí lo tiene, pero lo tienen en obras, lo tienen en construcciones, aparte de eso tienen muchas obligaciones, en algunos casos sostienen hospitales, sostienen orfanatos, así como reciben así se va”, afirmó.