La desintegración familiar, así como la violencia inter e intrafamiliar, son causantes de múltiples enfermedades mentales que pueden llevar al aislamiento del paciente o en cuadros severos al suicidio u homicidio, al dejar de llevar una vida organizada que permite al ser humano ser funcional, así lo aseguran los expertos en salud mental.
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Los principales causantes de estragos emocionales en niños, adolescentes y adultos son las vivencias de divorcios, rompimientos familiares, pérdidas, duelos, bullying familiar y discriminación social, todos ellos episodios que causan una desintegración del seno familiar, así como capítulos de violencia doméstica o de género.
Genoveva González Guzmán, psicóloga clínica perteneciente al Colegio de Psicología del Sur de Tamaulipas, explicó que de dichas vivencias pueden desencadenar enfermedades como ansiedad generalizada, neurosis, depresión, estrés postraumático, personalidad limítrofe o borderline, paranoia, esquizofrenia, psicosis social o colectiva y hasta enfermedades alimentarias como anorexia y bulimia.
“La psique de las personas se ha vuelto más vulnerable y reactiva a estas situaciones, hay enfermedades que son más frecuentes en mujeres como la histeria que en los hombres, pero son datos de probabilidad, porque actualmente depresiones, ansiedad e insomnio no respetan ni edad ni género, mientras que tenemos cuadros de esquizofrenia que se disparan entre los 15 a 35 años”.
Dijo que el aislamiento social, cambios en el peso corporal por menor o mayor ingesta y el no poder dormir bien son los primeros indicios de que existe una patología mental, que de no ser atendida y controlada puede llevar al paciente al suicidio, a la autolesión (como cortarse), homicidio y hasta a cometer asesinato, ya que dejan de ser funcionales, es decir, abandonan el trabajo o dejan de llevar una vida organizada.
De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Tamaulipas se concretan 45 divorcios por cada 100 matrimonios anualmente.
Mientras que son casi 20 mil atenciones por incidentes de violencia familiar las que se atendieron en Tamaulipas, el año anterior, declara el Sistema Estatal de Seguridad Pública, en donde 9 mil 355 casos están relacionados con violencia familiar, 7 mil 554 con violencia de pareja y 2 mil 138 directamente en contra de la mujer.
La violencia familiar que deja las secuelas emocionales señaladas incrementó en un 25% el año anterior en comparación con el 2018, ocupando el quinto, sexto y séptimo lugar en el ranking municipal, Tampico, Altamira y Madero, respectivamente, dentro de los 7 que concentran el 92% de los casos, en donde es Victoria el que preside la tasa de incidencia, detalla el informe de la dependencia publicado en marzo de este mismo año.
Por su parte, la entrevistada refirió que -en medio de los problemas familiares que se puedan llegar a desarrollar- es fundamental mantener la vigilancia emocional de los hijos, preservar actividades de esparcimiento, tener hobbies o hacer ejercicio.
“Es vital para nuestro cerebro generar las sustancias químicas necesarias para sentir tranquilidad y alegría como lo son la serotonina, endorfinas y otros neurotransmisores de lo que nos gusta y apasionada, esto para tener nuestros días con alegría a pesar de las adversidades”, puntualizó.