Varias rutas del transporte público en Tampico y Madero seguirán suspendidas a pesar del anuncio del regreso masivo a clases a partir de este 25 de abril, debido a que concesionarios aún tienen problemas mecánicos en sus unidades y en otros casos deben realizar inversiones importantes para volver a circular, situación que complicara el traslado de estudiantes y afectar a otros usuarios.
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ANALIZAN CUÁLES PUEDES VOLVER DE ACUERDO A SU RENTABILIDAD
Marín Flores Garrido, representante de presidente de la Unión de Bases y Concesionarios de Tamaulipas, señaló que varios trayectos que cruzan por el norte de Tampico y Madero seguirán sin operar, como el Tampico-López Portillo, que daba servicios a estudiantes del CBTA 12 y CBTis 103 y varias primarias que quedan dentro de su itinerario.
Otra que también afecta a estudiantes por sus suspensión es la ruta Madero-Tancol, que utilizaban estudiantes de la UAT, CBTis 103 y CETis 109, pero también circulaba por los hospitales del IMSS y el General de Tampico, por lo cual la utilizaban muchas personas, sobre todo de la tercera edad y que lleva ya casi 2 años sin operar ni ser sustituida.
El dirigente choferil comentó que estarán analizando las necesidades de acuerdo a como se tenga la vuelta a las clases, pues esperan que el regreso a las aulas se mantenga, no vuelvan las restricciones y confinamiento de los alumnos, pues los estudiantes es el pasaje constante de varias de las rutas.
LA PANDEMIA DETUVO 12 RUTAS DE LA ZONA SUR
Expresó que será la próxima semana cuando se tenga con certeza cuáles son las rutas que pueden volver a circular y las que seguirán con un mínimo de unidades, así como las que ya no es rentable que regresen, pues existe un déficit importante en vehículos de pasajeros porque algunos que tuvieron fallas ya no pudieron repararse y se han terminado por perder.
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En diciembre del año pasado Marín Flores reveló que un promedio de 800 unidades del transporte público fueron regresadas a las agencias automotrices, luego que debido a las restricciones que trajo la pandemia del Covid-19, los concesionarios entraron en crisis y no pudieron pagar sus créditos y cayeron en cartera vencida.
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Además a lo larga de la pandemia se han detenido por lo menos 12 rutas del transporte público, afectando a poco más de 500 familias, teniendo que buscar los choferes otras actividades al quedar si poder operar tanto por la falta de rentabilidad, como por quedar sin una unidad derivado de fallas mecánicas que no pudieron atenderse.