El desecamiento que están padeciendo diversos cuerpos de agua por los efectos del cambio climático ha obligado a los pescadores a ir migrando cada vez más a zonas distantes para lograr una buena captura, disminuyendo hasta en un 40% su producción.
"Los cuerpos de agua se han ido acabando con el crecimiento de las ciudades y muchas de las lagunas que antes eran reserva para los pescadores terminaron por desaparecer, ya sea por contaminación o por haber sido rellenadas".
Señaló Pedro Cabriales, integrante de La Unión de Pescadores Almirante del Mar Océano, quien menciona que por lo menos 8 especies, entre ellas algunas endémicas de la zona como el jaibón, el huachinango, el bagre, entre otras han huido de la zona por distintas razones, incluyendo la devastación que se realiza con la contaminación y la operación de empresas cerca de los ríos.
Por separado el doctor en Medio Ambiente, Rodolfo Garza Flores, menciona que debe existir ya un reordenamiento en cuanto a desarrollo habitacional y crecimiento industrial, "es ordenamiento ecológico, es uso de suelo, que se debe adecuar para evitar que se siga con la contaminación que se hace a los cuerpos de agua”.
Existe una grave desecación, sobre todo por el relleno con escombros en los cuerpos de agua y de residuos sólidos que se vierten sobre diversos márgenes donde se están perdiendo lamentablemente muchos cuerpos de agua, con diversos efectos para el medio ambiente, en especial la fauna.
Señala que es el municipio de Madero y el sur de Altamira donde más han detectado la disminución en la superficie de los cuerpos de agua, quedando algunos acuíferos sin poder ser aprovechados debido a la contaminación que ya tienen, por lo que es urgente verificar los daños que se han hecho al medio ambiente y retomar un reordenamiento para evitar la desaparición de los mismos.