El pronóstico de una sequía más intensa encendió ya las alarmas entre los organismos ambientales y autoridades locales, ya que la pérdida de agua en el sistema lagunario continúa de manera constante, al ser afectado el vaso lacustre también por la invasión del lirio, que de acuerdo con los especialistas consume hasta mil litros de agua a la semana.
La invasión de la planta tiene actualmente el 60% de las 44 mil hectáreas que componen el sistema lagunario invadidas y consume hasta mil litros de agua a la semana, situación que ya complica actividades como la pesca y el comercio, pero además amenaza el abasto normal de agua potable para los poco más de 800 mil habitantes en el sur de Tamaulipas.
Limpieza del sistema lagunario
Abianez Sánchez, representante del organismo Nutrias con Causa A.C., expuso que desde hace ya un año se trabaja en la limpieza del lirio en el sistema lagunario, que a la fecha afecta a 10 lagunas de la zona, situación que empieza a impactar económicamente a los 700 pescadores que realizan su labor en este cuerpo de agua.
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Añade que en pasadas jornadas de limpieza se han retirado hasta 40 toneladas de la planta y se programa realizar una más el próximo 24 de febrero, para sacar esa misma cantidad de la planta, sobre todo en la zona de la laguna La Escondida, que es un área de navegación de paso tanto para el comercio de productos agrícolas como para la pesca.
Menciona que la jornada de limpieza se hará en conjunto con la Asociación Ocean Conservacy, así como grupos de pescadores de la colonia Morelos y de zonas del Tamesí en Altamira, además habitantes del ejido La Isleta de Tampico, ya que la invasión del lirio impide la llegada de embarcaciones con mercancías traídas desde ahí.
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En 2023 se advirtió de la invasión
Abianez Sánchez agregó que “el fin de esta clase de actividades es seguir preservando los cuerpos de agua, principalmente el sistema lagunario que abastece del vital líquido a la región y que hoy presenta niveles críticos por la falta de lluvias y que contribuye a que los niveles estén cada día más abajo”.
Desde junio del año pasado ambientalistas advirtieron de la sobrepoblación del lirio en las lagunas y que la falta de limpieza pudiera originar una disminución en la captación de agua de los cuerpos en el Tamesí, ya que desde ese mes se empezó a tener una disminución de los nivles, llegando a su punto más crítico en octubre del 2023, cuando la escala cayó hasta los 7 centímetros.
José Luis León Hurtado, director de la Casa de la Naturaleza, menciona que un equipo para la limpieza de las 44 mil hectáreas, al estar plagado más de la mitad de esa especie no es nada, ya que si no se retira el lirio acuático se estará perdiendo una importante cantidad de agua dulce por su presencia, es así que se requieren otras cinco o seis unidades “aquadozer” para trabajar de forma más amplia e integral, para el rescate del vaso de captación.
Urge tratamiento de aguas residuales
Otro aspecto importante que no se debe dejar de lado, dijo el integrante del Consejo Ciudadano del Agua del Estuario del Río Pánuco (Cocaerp), es que los gobiernos de los tres niveles en conjunto con los empresarios deben construir más plantas de tratamiento de aguas residuales, que es parte del problema, pues este tipo de flujo es el que genera la proliferación de la planta, pues apenas se trata la mitad de los tres mil litros por segundo que se producen en el sur del estado.
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“También hay que pugnar para que colegios, industriales y los tres niveles de gobierno participen en un saneamiento integral, pero atender con equipos y hacer la limpieza de maleza acuática, pues la situación puede tornarse más grave si la sequía se mantiene y sigue creciendo la invasión de la planta”, añadió.
