Matamoros, Tams., Febrero 25 (OEM-Informex).- Como toda una superestrella, entre abrazos y entrevistas fue recibida Onelia Alonso en Texas; la primer migrante de origen cubano que junto con otras 26 personas hoy abandonó el campamento en Matamoros para cumplir el postergado sueño americano.
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Apenas el domingo 21 de febrero, la mujer, quien dijo ser activista en su país y considerada por sus compañeros de campamento líder de la oposición cubana, en medio de la incertidumbre buscaba una fundación que la recibiera en Estados Unidos.
"No tenía apoyo ninguno y pedí auxilio a la Damas de Blanco y se ofrecieron a ayudarme", apuntó a El Sol de Tampico.
Cuatro días después, este jueves 25 de febrero, la vida la sorprendió cuando fue notificada por el personal de organismos internacionales que iría en el primer grupo que haría este histórico cruce.
Su hermano Carlos, su amigo Joel y vecinos celebraron que la mujer de más de 50 años y originaria de Santa Clara, Cuba pudiera cruzar.
De inmediato, Onelia fue llevada a las carpas en el campamento para hacerse la prueba Covid-19; ella, incrédula aún, se limitaba a sonreír y dar las gracias.
Una vez que se comprobó que no es portadora de coronavirus ella y los demás elegidos, fueron llevados al paso peatonal del cruce internacional entre México y Estados Unidos.
Después de revisar su documentación y pasar los filtros de migración, Onelia subió a un autobús que los llevó a una estación de Brownsville y como siempre, la mujer que vivió más de un año en la ciudad migrante no dejó de sonreír y agradecer.
"Tanto tiempo, estoy muy agradecida, gracias a Dios", decía la mujer que fue recibida con alegría del lado americano, ese que durante días veía del otro lado del río Bravo. ¡Buena suerte, Onelia!