El cuerpo de Oscar y Valeria quienes murieron ahogados en el Río Bravo cuando intentaron cruzar a los Estados Unidos, fueron trasladados a Nuevo León para después ser repatriados a su lugar de origen.
La tarde de este jueves fueron sacados los cuerpos de un laboratorio donde prepararon los restos con mucho hermetismo, en Matamoros, Tamaulipas. Una carroza llegó desde la ciudad de Monterrey para el traslado de los fallecidos.
Mientras todo se realizaba a puerta cerrada, arribó personal de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS). Asimismo, llegó personal del Instituto Nacional de Migración (INM) quienes ingresaron al laboratorio.
Después salieron con los restos para tierras regiomontanas desde donde serán enviados en avión a El Salvador.
Las autoridades que acompañaron no emitieron declaración alguna, y enfilaron su camino.
La viuda Salvadoreña, Tania Vannesa "N", también viaja con sus familiares fallecidos para darles cristiana sepultura en la tierra que los vio nacer. Tania, Oscar y su pequeña Valeria, habían llegado a México para posteriormente buscar asilo político en los Estados Unidos. Tenían más de dos meses en Matamoros, Tamaulipas, y su desesperación de cruzar a los Estados Unidos, crecían.
Un día decidieron cruzar nadando el río bravo, la bebé fue envuelta en la playera de Oscar, su padre y seguidos de la joven madre se aventuraron.
Las turbulentas agua del cauce cobraron la vida del papá y la bebé ante la acongojada mirada de la esposa y mamá de las víctimas. La aparición de los cuerpos conmovió al mundo entero y dejando entrever el riesgo al que muchos migrantes enfrentan al no tener conciencia.
En la orilla del río donde se disolvieron los sueños, una rosa roja quedó enterrada como símbolo de un amor que nunca tendrá frontera.