En Tamaulipas, escasez de tanques de oxígeno pega a los asilos 

Las estancias se encuentran bajo vigilancia sanitaria y operan a puerta cerrada 

Mariela Macay, Teresa Macías | El Sol de Tampico

  · miércoles 27 de enero de 2021

El abasto se oxígeno se complica cada vez más | Alejandro del Ángel

El alza en la detección de casos de Covid-19 ha generado que en los últimos días el abasto de oxígeno registre irregularidades en la zona sur de Tamaulipas, dejando este esencial insumo a sectores vulnerables que lo requieren, como abuelitos o enfermos crónicos que convalecen en casa.

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El abasto para la empresa Infra Tampico, que distribuye este producto en la zona, ha sido irregular por lo que únicamente hay equipo para la renta y está sujeto a disponibilidad.

El producto cada vez es más escaso | Alejandro del Ángel

La presidenta del Frente Derecho, Justicia y Libertad, Nury Romero Santiago indicó que “debido a que son lugares donde los residentes están en mayor riesgo ante la pandemia del Covid-19, es primordial contar con la disponibilidad de adquirir los tanques de oxígeno”.

Advirtió que la misma condición se refleja para los hogares donde hay enfermos con problemas de enfisema, cáncer, EPOC o cualquier enfermedad que requieran el suministro de oxígeno medicinal que cada vez escasea más.

Según los datos del proveedor, hasta este jueves 21 de enero el depósito es de 4 mil pesos para un tanque de 10 metros cúbicos, 595 pesos de renta mensual y 885 pesos por la recarga, para en total pagar 5,480 pesos.

Hasta este momento no hay fecha para la compra de tanques de oxígeno, dado que llevan varias semanas sin disponibilidad, lo que aumenta el riesgo de desabasto a los asilos de ancianos y demanda de particulares.

Asilos particulares como el San Vicente de Paúl de Tampico descartaron por el momento requerir suministro urgente de oxígeno “nosotros no hemos necesitado, no tenemos pacientes que lo requieran”, refirió personal del sitio al ser cuestionado sobre esta condición vía inbox.

Tanto a enfermos que convalecen en casa como asilos son susceptibles ante el desabasto | Alejandro del Ángel

ASILOS BAJO VIGILANCIA

Aunque en otros lugares del país los asilos han sido un foco de contagio de coronavirus, en Tampico y su zona metropolitana estos lugares siguen en operación con estrictas medidas sanitarias que impiden que los familiares puedan ver a los abuelitos constantemente. El director de la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios en Tampico y Ciudad Madero, Luis Moncada, informó que en estos municipios operan 5 asilos y 10 casas hogar, donde pese a que se han presentado alertas por posibles casos positivos de Covid-19, hasta el momento, todas han resultado negativas.

“Hasta ahorita no hemos tenido problemas -de contagios- con ninguno y se hicieron verificaciones con el DIF, hay unas asociaciones civiles que de alguna manera apoyan a los abuelitos que no tienen techo y se hicieron verificaciones”, informó a EL SOL DE TAMPICO.

En las verificaciones que realiza Coepris “se observa que cuenten con el manejo adecuado de los alimentos, se hacen observaciones en cocina, son verificaciones especiales, incluso nos hablan para que los apoyemos con el tema de la sanitización y se sanitiza”, señaló. Destacó que esta vigilancia se extiende a los refugios temporales que operan en esta temporada.

Los asilos siguen en operación bajo las mas estrictas medidas sanitarias para evitar la propagación del virus | Alejandro del Ángel

DIF CERRÓ ESTANCIAS Y ABUELITOS USAN INTERNET

Unos mil abuelitos del sur de Tamaulipas que acudían diariamente a las estancias diurnas habilitadas por los sistemas para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Tampico y Ciudad Madero han tenido que adaptarse a permanecer en casa.

Para evitar que el confinamiento afecte la salud física y emocional de las personas de la tercera edad, personal del DIF de ambos municipios se han dado a la tarea de enviarles dinámicas por WhatsApp y plataformas como Zoom que incluyen ejercicios de gimnasia cerebral y entretenimiento.

La directora de la Asociación Alzheimer Tampico, Laura Acevedo de la Garza, señaló que desde el pasado 16 de marzo la casa de atención, que abrieron hace 11 años, tuvo que cerrar temporalmente ante ante el alto riesgo de infección.

“Los abuelitos al tener demencia no tienen la facultad necesaria para comunicar los síntomas, un abuelito con Alzheimer difícilmente podrá decir que no le sabe la comida, que no percibe el olor y no pueden identificar qué sienten, estamos evitando que se realice un contagio”, informó.

Detalló que de 33 abuelitos que pasaban gran parte del día en la fundación, dos de ellos perdieron la vida en sus hogares, víctimas de este virus “algunos abuelitos con demencia no entienden, hay algunos que sí, dicen que extrañan o que quieren regresar a la escuelita y se lo manifiestan a sus familiares, pero los mismos familiares tienen temor a que se contagien”, expresó.

Resaltó que mediante visitas programadas a los domicilios, una doctora visita a los abuelitos para valorarlos aunado a que les entregaron despensas y cobijas.

Alejandro del Ángel | El Sol de Tampico

PASAMOS 4 MESES SIN VER A MI ABUELITA

Francisco Ortiz, cuya abuelita Mary, de 94 años y con demencia senil, se encontraba en un asilo particular de Tampico, relató que por las restricciones de la pandemia pasó cuatro meses para volver a ver a doña Mary, quien murió poco después por padecimientos respiratorios.

“En marzo que comenzó la pandemia se nos avisó que no podríamos visitarla, sólo recibíamos información por teléfono o se hacían videollamadas para ver a los abuelitos. Todos los insumos se llevaban y se recibían a la entrada y ahí se desinfectaban”, relató. Este asilo, que cobraba 15 mil pesos a los abuelitos que eran residentes, tenía además una estancia diurna que fue cerrada por la contingencia. “Dentro del asilo, todos los abuelitos traían cubrebocas incluso instalaron lavamanos y dispensadores de gel en la entrada”, agregó.

Sin embargo, pese a estas medidas sanitarias, la señora comenzó a padecer problemas de salud.

“Mi abuelita, quien vivió cinco años en este asilo, fue aislada cuando comenzó a presentar problemas, después la llevamos a hacer unos estudios y falleció sin que se lograra confirmar que fue Covid”, recordó.

“Lo más triste es que mi mamá ya no pudo volver a verla desde marzo, ni en el sepelio que por restricciones fue muy breve, no hubo cómo despedirse de ella”, finalizó.

Alejandro del Ángel | El Sol de Tampico