Pueblo Viejo, Ver. La sustentabilidad ostrícola en la laguna de Pueblo Viejo está en riesgo ante la indiferencia de los pescadores libres para retornar a este vaso lacustre la concha del ostión que extraen, que comúnmente debe ser sembrada para favorecer la repoblación de los bancos del molusco que permita preservar la especie y no desperdiciarla como relleno de predios o calles.
El pescador Miguel López Vallejo, quien desempeñó esta actividad durante 40 años, dijo que a esta situación contribuye la desorganización que existe en la extracción de ostión, a lo que se suma la indiferencia de las autoridades para controlar esta actividad.
Esto afecta directamente a los bancos ostrícolas, ya que es prioritario que la concha de ostión que se extrae sea sembrada nuevamente en los sitios de captura, para generar las condiciones que permitan a la larva de ostión fijarse en la concha y comience su desarrollo.
Los últimos 20 años se ha registrado el desperdicio de concha de ostión, no solamente por los pescadores organizados, sino en la mayoría por pescadores libres, quienes lejos de regresarla a la laguna para que las larvas de este bivalvo se adhieran a ellas y desarrollen, la utilizan como relleno en los patios, en las calles y para rellenar la orilla de la laguna y ganarle terreno.
El pescador en retiro señaló que décadas atrás las cooperativas realizaban la siembra de concha de ostión de manera puntual, lo que permitía fortalecer los bancos ostrícolas y garantizar la producción del molusco en las siguientes temporadas.
Recordó que en esta actividad contribuían también los compradores foráneos de ostión, que llevaban el cargamento del bivalvo en concha y cuando retornaban para volver a comprar regresaban las conchas al vendedor para que fueran depositadas en la laguna.
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Ante esta situación es necesario que los pescadores libres también se organicen aunque sea para acumular la concha y retornarla a la laguna para fortalecer la cadena de producción de la que dependen económicamente miles de pescadores