Familiares y amigos despidieron este jueves a Jesús Felipe "N", otra de las víctimas del tiroteo registrado el pasado domingo en Nuevo Laredo, hecho del que responsabilizan a elementos de la Guardia Nacional.
El hombre de 54 años fue alcanzado por las balas, perdiendo la vida cuando era trasladado de emergencia a un hospital de esta ciudad fronteriza de Tamaulipas, siendo depositados sus restos en el Panteón del Norte.
Apenas ayer miércoles fueron enterrados los cuerpos de Mirian Mariana y su bebé, la mujer de 15 años embarazada de ocho meses que también fue herida en este acontecimiento, perdiendo la vida la noche de ese mismo día del ataque.
El día de los hechos
Los hechos ocurrieron el domingo 16 de abril, alrededor de las 9:00 horas en el libramiento vial Mex II.
Por la vialidad viajaba, según el Comité de Derechos Humanos, cinco personas en una camioneta guinda, modelo 2001, sin placas de circulación.
Su declaración al mismo comité señala que fueron seguidos por una patrulla de la Guardia Nacional, de donde provinieron las detonaciones de arma de fuego.
La unidad con la familia se impactó contra un muro de contención, siendo alcanzados por la unidad cuyos elementos les pidieron que corrieran y, según Ramiro Ramos del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, les dispararon.
Felipe y Mirian resultaron heridos, él feneció al ingresar al hospital y ella alrededor de las 20:00 horas de ese mismo día al igual que su bebé, aún cuando en el intento por salvarlo le practicaron una cesaría de emergencia.
Luis Adán, recibió un disparo en la espalda que le salió por el pecho, por lo que sigue internado; otra ocupante de nombre Verónica Patricia, tiene un impacto en el pie que prácticamente se lo destrozó; y el único que ha sido dada de alta es Edwin, otro menor de edad alcanzando en una pierna por una bala.
Señalan acoso de militares
Familiares de Miriam han expresado su inquietud ante lo que consideran el hostigamiento que enfrentan por parte de elementos del Ejército Mexicano.
Indicaron que desde el domingo por lo menos en dos ocasiones personal militar llegaron hasta el domicilio de la familia localizado en la Carretera Nacional.
“Tenemos miedo que nos vayan a hacer algo, porque se ponen en el portón de la casa, impidiendo la entrada o salida” denunció la madre de la víctima, identificada como María Ángeles Dolores "N", quien dijo que lejos de actuar de esta manera las autoridades deben brindarles ayuda y esclarecer la muerte de su hija y de su nieta.
“Yo le digo al presidente Andrés Manuel López Obrador que me ayude, que no se quede así la muerte de mi hija y mi nieta”, refirió.
En tanto, Rubí "N", hermana de Miriam indicó que “no sé qué quieren los militares, no nos dejan en paz, se la pasan afuera de la casa, pese a que mi hermana ya está muerta”.
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Las víctimas mortales del tiroteo en Nuevo Laredo fueron sepultadas en panteones de este municipio, ahora esperan que los heridos mejoren y sean dados de alta.