Reynosa, Tamps., Diciembre 2 (OEM-Informex).- Niños migrantes que sobreviven a la espera de que Estados Unidos les permita ingresar a su territorio se llevaron una gran sorpresa cuando al campamento improvisado donde viven en Reynosa, llegó Santa Claus.
El SANTA CLAUS DE LOS MIGRANTES
Un oficial del grupo de proximidad de la Policía Estatal, quien decidió mantener su nombre en anonimato, desempolvó el traje de Santa Claus y llegó ataviado con la tradicional vestimenta roja para aliviar la penosa espera de los niños migrantes que habitan en la Plaza de la República de este municipio fromterizo.
Los menores que se encuentran hacinados en esta plaza volvieron a sonreír al ver llegar Santa Claus, varios pequeñitos tuvieron sentimientos encontrados, ya que no habían recibido un obsequio durante meses e incluso años.
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"La idea es poner a los niños felices y que tengan una Navidad feliz, cambiar también la imagen de Reynosa", dijo el oficial altruista.
Santa no tiene apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública, sólo cuenta con sus propios recursos y el respaldo de su hermana, quienes se unió a él para adelantarle la Navidad a estos pequeños.
NIÑOS EXTRAÑAN A SU FAMILIA
Los niños migrantes, que en su mayoría provienen de Centroamérica, recibieron los juguetes y recordaron a las personas que extrañarán esta Navidad.
"Estoy contenta de ver a Santa Claus, también porque me trajo muñecas, nada más que se olvidó de traerme mi Peppa", dijo sonriente Alison Regalado, una niña de El Salvador mientras abrazaba su colorida pelota.
Otros niños como Ángel, recordaron que en su país se reunían con sus abuelo y demás familiares para celebrar la Navidad, pero no siempre tenían juguetes, por lo que se mostró muy agradecido con Santa Claus.
CUATRO AÑOS HACIENDO FELICES A LOS NIÑOS
Mientras observaba a los niños, el Santa Claus de los migrantes explicó que lleva cuatro años vistiéndose de Santa Claus y que fue en su natal Matamoros donde surgió esta idea.
"Desde hace cuatro años me dedico a regalar juguetes a los niños de escasos recursos; he estado en Tampico, Altamira, Madero, Matamoros, Reynosa y Huejutla, Hidalgo. Ahorita mi preocupación son los niños indocumentados que están lejos de su país y que merecen tener una Navidad feliz", dijo el altruista policía.
Agregó que no se trata de politizar con el tema de la migración, se trata de unir esfuerzos y cooperar para que estos niños puedan ser felices y por un rato olvidar el futuro incierto que les espera.
El Santa Claus de los migrantes sin duda llegó como un bálsamo de alegría para los niños migrantes que continúan en la espera del sueño americano.