La sequía sigue causando estragos en el sector ganadero de la zona norte de Veracruz, donde los potreros se están quedando sin agua ante la falta de lluvias, lo que obliga a la mayoría de los productores a comprar forraje en pacas, rollos, acarreo de pastura y la adquisición de alimento balanceado para mantener a sus animales que cada vez pierden más peso.
Son más de siete años de sequía los que están soportando los hombres del campo dedicados a la ganadería, quienes enfrentan cada vez mayores dificultades para alimentar a sus rebaños, debido a la escasez de pastos que se vive.
Actualmente los productores pecuarios de los municipios de Tampico Alto, Pueblo Viejo y Ozuluama, se ven en la necesidad de vender su ganado y aprovechan que aún conservan buen peso para poder sacar los especímenes que no lograrán soportar el estiaje, lo que les permite obtener mejores ganancias con las que comprarán alimento para mantener a los animales que quedan.
Gregorio Calles Ramírez, productor del municipio de Ozuluama, dijo que la situación se complica cada día para los ganaderos, debido a la pérdida de pastos que registran los potreros, lo que limita la alimentación de los rebaños y en consecuencia la disminución de peso de los mismos.
A esta situación se le suma la falta de agua, ya que las presas se mantienen secas desde hace varios años y las que aún conservan un poco de líquido lo están perdiendo rápidamente por la evaporación, lo que también obliga al ganadero a conseguir agua para abrevar su ganado.
Compra de forraje y alimento
Luis Manuel Barrios Pérez, productor en la zona de la Vía Corta del municipio de Tampico Alto, recordó que esta situación de sequía se ha presentado desde el años 2018, por ello recurren a compra de forraje y alimento balanceado, en donde invierten por cada paca de 25 a 30 kilos de 60 a 80 pesos, mientras que un rollo de 600 kilos ronda de 1,200 a 1,500 pesos, mientras que el saco de alimento balanceado de 40 kilos cuesta 500 pesos, los cuales se compran por mayoreo.
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Actualmente son pocos los ganaderos que compran melaza para alimentar a su ganado debido al elevado costo de este insumo que ronda los 3 mil pesos por un tanque de 200 litros.
A estos costos se le suma el gasto del transporte, ya que los rollos son comprados en Altamira y González en Tamaulipas, pero muchos de los productores no están en condiciones económicas para adquirir estos insumos, por lo que sólo apelan a la voluntad de Dios para que lleguen las lluvias.
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Según el reporte de las autoridades de los tres municipios, las pérdidas de ganado que desde el 2018 se presentan por efecto de la sequía a la fecha, son de más de 30 mil cabezas de ganado vacuno que cayó por falta de alimento y agua en los últimos siete años.
Esto representa un duro golpe para los ganaderos ya que un becerro cuesta de 8 a 12 mil pesos y una vaca de 15 a 20 mil pesos, en los precios más bajos.
Los ganaderos coinciden que el mes de abril es decisivo para que se presenten las lluvias porque una vez llegado mayo el ganado estará en riesgo de morir irremediablemente por la falta de agua y alimento, debido a que la sequía se tornará crítica y el riesgo de mortalidad para el ganado será mayor.
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También mencionan que según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la sequía prolongada que se ha tenido es desde el año 2017 y se ha mantenido a lo largo de 8 años hasta el 2024, provocando una reducción a la producción del campo hasta en un 30% por año.
El presente mes de abril será decisivo para el campo regional, ante la falta de agua los ganaderos están obligados a comprar forraje y agua para sostener el debilitado hato.
