Un medio millar de migrantes se salvaron de desalojados del albergue Senda de Vida en Reynosa, con la obtención de una orden de suspensión definitiva con un amparo interpuesto.
El pasado 20 de julio el Ayuntamiento de Reynosa y la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) notificaron al representante de este refugio, Héctor Silva, que debían desalojar el lugar en un plazo no mayor a 5 días.
El argumento que presentaron fue que la ampliación del refugio se realizó en un predio ubicado a orillas del Río Bravo, zona de riesgo ante un posible desbordamiento del cauce en esta temporada de huracanes.
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Este lugar, que tiene una capacidad de atención de unas 600 personas, regularmente recibe a migrantes provenientes de Centroamérica que llegan con la intención de cruzar a los Estados Unidos o bien, que se han quedado varados en espera de una respuesta del Protocolo de Atención a Migrantes (MPP por sus siglas en inglés).
Para evitar el desalojo, se presentó un amparo ante los Juzgados 7 y 8 de distrito con sede en Reynosa, cuyos jueces obsequiaron la suspensión definitiva a las peticiones de las autoridades.
Ambos juzgados actuaron a favor de los migrantes bajo el concepto del interés superior de la niñez y la defensa de los derechos de los migrantes.
Ante ello, personal de la Comisión Internacional de Límites y Aguas advirtió del riesgo permanente por crecientes del río Bravo por la temporada de huracanes.
Apuntó que en julio de 2010, durante el paso del huracán Alex, el Río Bravo subió a más de 32 metros sobre el nivel del mar, llegando casi a rebasar el bordo de contención,
Por la creciente que afectó a toda la ciudad de Reynosa, el albergue Senda de Vida quedó bajo una capa de varios metros de agua y fue necesario reubicar a los migrantes provisionalmente sobre la parte alta del bordo.