Con una temperatura de 1°C, al menos 60 migrantes que viven bajo casas de campaña y toldos en la margen del Río Bravo en Matamoros fueron movilizados a refugios temporales de esta frontera de Tamaulipas.
La presidenta de la fundación Ayudándoles a Triunfar, Capítulo Tamaulipas, Gladys Cañas, informó que en una primera salida, se movilizaron a unas 60 personas a la Casa del Migrante San Juan Diego y San Francisco de Asís, coordinada por la Diócesis de Matamoros.
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“Está haciendo mucho frío por eso se coordinó que las personas, especialmente niños, mujeres y personas enfermas fueran trasladadas en autobuses a la Casa del Migrante”, declaró a EL SOL DE TAMPICO.
Señaló que debido a que la sensación térmica pudiera ser bajo cero, se convenció a las personas de abandonar sus casas de campaña.
“Se quedó un grupo de hombres en su mayoría, se creó una comisión para que ellos se encarguen de cuidar las casitas de los demás y que ellos se pudieran ir con un poco de más tranquilidad”, detalló.
Explicó que las personas en migración carecen de ropa de frío y en algunos casos hasta de zapatos.
“Es difícil para ellos enfrentar un clima así, que se queden en la calle es algo muy peligroso”, puntualizó la activista quien consiguió cobijas para esta población vulnerable.
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“Nos abrazamos para quitarnos el frío", afirman migrantes
Jenifer es una migrante originaria de Venezuela que decidió irse al refugio ya que no podía soportar el frío en el campamento.
“Yo no aguanto la temperatura, somos una familia de cuatro con el papá y todos nos vamos, nunca hemos tenido frío así en Venezuela. El frío lo estamos mitigando abrazándonos entre todos”, relató.
Milarki, originario de Honduras, fue otra de las personas que decidieron dejaron su casa endeble que se encuentra a orillas del Río Bravo.
“Es la primera vez que sentimos ese frío, venimos de una zona donde no hace este frío, la gente está aquí no creo que soporte”, apuntó.
Reconoció que para ellos, adaptados a una zona de calor, estas gélidas temperaturas son peligrosas.
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“La abogada Gladys nos trajo cobijas, cosas, vamos a tratar de aguantar con lo que tenemos. Nosotros tenemos tres meses aquí, hay quienes tienen tres o cuatro meses, tengo un paisano que lleva un año aquí esperando su cita”, señaló.
“Estamos aquí esperando a que Dios nos ayude a que nos salga la cita, toda la gente está migrando por eso”, dijo el hondureño que pertenece al grupo de migrantes, que envueltos en cobijas y usando chanclas con calcetas, abandonaron por temor el frío la margen del río Bravo en Matamoros, Tamaulipas.