Incendios agobian al campo ozuluamense donde el fuego arrasa las tierras de pastoreo debido a la sequedad que prevalece por el estiaje que azota la región, por lo que autoridades exhortan a la población y conductores evitar quemas intencionales, así como arrojar colillas de cigarro encendidas a la orilla de la carretera.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
La alcaldesa Daniela Sosa Sosa dijo que la cifra de incendios que se registran en la presente temporada de estiaje va en aumento, principalmente en la zona rural, donde se generan estos por el descuido de personas que realizan quema de basura, además de las rozas que practican algunos productores, prácticas que se salen de control y provocan los siniestros.
Otros incendios se presentan en los terrenos colindantes con la carretera, estos se registran principalmente por colillas de cigarros encendidas que tiran conductores y acompañantes que circulan por estas vías, generando el fuego que arrasa la vegetación que existe, lo que además representa un grave riesgo para los vehículos por la densa nube de humo que invade la carretera y dificulta la visibilidad.
El exhorto a la ciudadanía en general es prevenir este tipo de incidentes debido a la sequía que prevalece, el ambiente cálido que persiste, a lo que se suma lo seco de pastizales y bosque y la presencia de viento que en combinación con el descuido humano generan factores propicios para el desarrollo y propagación de los incendios forestales.
Los incendios en el área rural son de riesgo para los productores pecuarios por la pérdida de ganado que estos puedan representar, además de la afectación de la tierra de pastoreo, donde se pierde toda la vegetación en condición de sequedad.
La temporada de incendios forestales concluye hasta el mes de junio, por ello, corporaciones como Protección Civil y la Policía local se mantienen en alerta y trabajan para sofocar los incendios y disminuir los efectos del fuego.
LOS INCENDIOS
El fuego resulta agresivo para el suelo, fauna y pastos de buena calidad; mata tanto la flora y fauna que existe arriba del suelo, como los organismos debajo que dan vida a las plantas, ayudando en los procesos de degradación de la materia orgánica perjudicando el nacimiento de nuevas plantas.