Jesús Guzmán Castorena, conocido como "Don Chuy", es de uno de los grandes maestros artesanos de la madera capaz de convertir cualquier tronco o raíz en una verdadera obra de arte sin igual, lo que le ha valido el reconocimiento de quienes aprecian y han adquirido sus creaciones que considera únicas por que ninguna de ellas son iguales.

A los siete años, el maestro carpintero hizo su primer mueble, una butaca que resultó una pieza bien hecha, que durante muchos años estuvo en su casa materna hasta que desapareció.

Dedicado a este noble oficio desde hace más de 40 años, aunque su interés por trabajar la madera considera nació cuando apenas era un niño, ya que recuerda que cuando cursaba el quinto año de primaria en la escuela "Lic. Benito Juárez García" del municipio de Tampico Alto, el maestro les encargó un par de mancuernas para las tablas rítmicas del desfile del 20 de noviembre.

Sus primeros trabajos

Fue esta ocasión donde tuvo un contacto más cercano con la madera, pues al carecer de recursos para acudir con un carpintero para que le elaborara esos implementos, decidió ir al monte, cortar el mismo la madera con la ayuda de un viejo serrucho.

Ya en casa les dio forma y procedió a pulir con vidrio, con lo que logró un acabado con aparente barniz, que al presentarlo al maestro este le preguntó, con qué carpintero los había mandado hacer, a lo que respondió que él mismo los había hecho, lo que provocó que los papás de sus compañeros, comenzaran a hacerle pedidos y ganar un poco de dinero que usó para cumplir un sueño, que era tener una mochila para la espalda.

Al paso del tiempo creció y se dedicó primero a varios oficios y en una ocasión, ya casado requerían de unos cortineros para su casa, fue entonces donde renació su pasión por trabajar la madera, logrando unas piezas para las cortinas de las ventanas que fueron la sensación, pues muchas personas comenzaron a hacerle pedidos.

Sus primeras herramientas y trabajos

El gran maestro carpintero Jesús Guzmán, recordó cuando comenzó a comprar sus primeras herramientas, de las que recuerda un router y una sierra caladora.

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También un trabajo de tallado en madera cómo lo fue la figura de un revolucionario con todos los pertrechos que hizo de una sola pieza de un tronco de árbol, misma que regalo como sucedió con muchas de esas primeras obras.

Maderas finas y exóticas

El artesano dijo que tiene predilección por las maderas finas y exóticas de la región como lo son: cedro, caoba, chijol, orejón también conocido como parota, melina, palo de rosa, encino, zapote, quebrache, frijolillo y otras especies, de donde aprovecha todas sus partes y nada desperdicia.

Don Chuy aseguró que nunca ha talado un árbol para hacerse de madera, ya que solo toma los árboles que están caídos ya sea por causa natural o por algún desmonte que haya realizado algún productor.

Destacó que los trabajos de ampliación de carriles en la carretera federal le aportaron gran cantidad de madera y raíces para sus trabajos, además también ha rescatado troncos que son arrojados a la playa por las mareas del mar.

En cada pieza de madera, visualiza su arte

Cada tronco de madera, cada rama o raíz que Guzmán Castorena se encuentra, de inmediato visualiza que obra artesanal puede obtener de la misma, de ahí parte para comenzar una pieza única e inigualable que nunca volverá a repetir.

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Por ello, dijo que se toma su tiempo para cada trabajo que elabora, ya que él opera a su ritmo, sin presiones, en la construcción de comedores, mesas de centro, sillas, sillones, mecedoras, bancas, bancos, lavabos, maceteros, juguetes, puertas mosquiteras, puertas, figuras de animales, juguetes y trabajos tallados y pintados a mano.

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Jesús Guzmán Castorena, es de Tampico Alto, hombre de manos prodigiosas y visión única a través de la madera, reconocido como uno de los grandes maestros artesanos con la capacidad de transformar un simple tronco o raíz en un majestuoso trabajo.