La prohibición de vender y regalar comida con altos índices calóricos a los menores de edad es pensar en el futuro, aseguró la diputada Olga Patricia Sosa Ruiz quien hizo un llamado a los congresos locales a trabajar sobre la Ley Antichatarra.
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Durante la Comisión Permanente en el Congreso de la Unión, ingresó un punto de acuerdo para secundar la propuesta original en Oaxaca donde se exhorta a las soberanías estatales a legislar para prohibir la venta, distribución y suministro de bebidas azucaradas y alimentos envasados con alto contenido calórico a menores de 18 años.
Al respecto, Sosa Ruiz remarcó que la obesidad y el sobrepeso son problemas de salud pública reales que ya deterioran la calidad de vida de los mexicanos e hizo un llamado a los congresos locales para que aborden el tema, aseverando que “no podemos rehuir la discusión de la obesidad y el sobrepeso, libre de estigmatizaciones y sin el sesgo del género”.
Comentó que a raíz de la aprobación de la Ley Antichatarra en el Congreso de Oaxaca se han presentado otros proyectos similares en la Ciudad de México, Veracruz, Colima, Guanajuato, San Luis Potosí, y Tamaulipas en los que se tendrá esta discusión en las próximas semanas.
Señaló que este proyecto tiene el objetivo de facultar a los gobiernos estatales para crear un marco jurídico que proteja la salud pública de los menores a través de disminuir el consumo de las bebidas y alimento envasado con alto contenido calórico que puedan reducir la obesidad infantil.
La legisladora por Tampico aseguró es vergonzoso ser el país con mayor número de menores de edad en situación de obesidad y que el 35 % de las niñas y niños entre 5 y 11 años tengan obesidad y sobrepeso, como lo muestra la Ensanut, “las botanas, los dulces y postres, los cereales dulces y las bebidas endulzadas no deben ser la base de la alimentación. Es un foco de alarma que afecta a la población e impacta en la planeación del servicio y atención a la salud”, comentó Sosa Ruiz.
Finalmente, destacó que los menores tienen el derecho a disfrutar de la salud, por lo que las legislaciones deben ser integrales, fortalecer los hábitos alimenticios saludables, fomentar el ejercicio y el deporte, así como limitar la oferta de los productos que podrían traer consecuencias nocivas al bienestar.