Convertida en un símbolo de fortaleza, fe y esperanza para los habitantes de las comunidades del área rural en la zona de la Vía Corta, del municipio de Tampico Alto, una cruz en lo alto de un cerro mantiene el fervor de los creyentes.
Se trata del cerro del Martillo, en la comunidad Estación Quebrache, donde la necesidad de fortalecer la fe en Dios, fincar sus esperanzas en el creador y buscar la protección, motivaron a las familias para crear un espacio donde todos pudieran acudir para manifestar su fervor, pero que también se pudiera observar a la distancia, fue que se creó este sitio de devoción.
Necesidad de seguridad
La idea de la monumental cruz fue concebida por los pobladores de la comunidad Estación Quebrache, en los años de 2010 al 2012, cuando la necesidad de seguridad invadió a la población en general, dijo Karen González Román, directora de Turismo del gobierno municipal de Tampico Alto.
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Fue entonces que diseñaron este espacio, en el que consideraron una cruz significativa, logrando en poco tiempo hacer realidad este lugar de fervor, que decidieron ubicar en lo alto de uno de los cerros de la comunidad.
Cimentación con agua del río Jordán y Tierra de Israel
Todos con una sola meta y un propósito firme pusieron manos a la obra, con la aportación de recursos y mano de obra, procedieron a la creación de este lugar en la parte alta del cerro del Martillo.
Construyeron la monumental cruz de concreto de 12 metros de longitud, misma que después levantaron para anclarla en la tierra previamente perforada para cimentar con concreto y piedra.
En la base donde fue colocada esta cruz, los feligreses depositaron agua bendita del río Jordán y polvo de Tierra Santa, traídos desde Israel, dedicando así este símbolo religioso a la devoción de todos los creyentes.
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Una ermita a la Virgen de Guadalupe y un altar de piedra sin ladrar
Como parte de la consagración de este espacio, los propios habitantes decidieron construir una ermita dedicada a la Virgen de Guadalupe, que edificaron con pura piedra del mismo lugar y que mantienen ricamente adornada, con un pequeño estrado escalonado también de piedra.
En el mismo lugar, cerca de la cruz, los feligreses levantaron un altar de piedra, para lo cual tuvieron que recibir ayuda de un tractor por las dimensiones y peso de las mismas, logrando una obra impecable de piedra sólida.
Tal como los altares que los patriarcas bíblicos edificaron, de piedras sin labrar, sobre las que nadie ha usado herramienta de hierro, donde el párroco oficia las misas que ahí se celebran.
Además de construir una pequeña habitación que realiza labores de sacristía, así como edificaron servicios sanitarios para los visitantes.
La fiesta del lugar se celebra cada 3 de mayo, Día de la Santa Cruz, que para los fieles significa esperanza, pero que para los trabajadores de la construcción, es una festividad importante en la que colocan cruces en lo alto de las construcciones que edifican, así como misas y convivios.
En su momento la cruz se encontraba debidamente iluminada, por lo que en las noches se podía apreciar a gran distancia e incluso los trabajadores que por la madrugada se levantan para dirigirse a sus ordeñas podían admirar, así como encomendar su día a Dios para su protección y bendición.
Sin embargo, manos inescrupulosas se robaron el cableado que alimentaba de energía a lo alto del cerro, dejando en penumbras a este lugar.
Acceso a la monumental cruz
El camino de acceso a la monumental cruz está en la comunidad Estación Quebrache, de donde se toma el camino de terracería y por aproximadamente un kilómetro y medio se llega al acceso del cerro del Martillo.
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En la entrada una imagen de la Virgen de Guadalupe, así como una puerta de color verde de madera, por donde se ingresa en una vereda de tierra con marcada inclinación para llegar a la parte alta del cerro.
A escasos 25 metros antes de llegar comienza una escalinata rústica de piedras, por lo que pobladores solicitan el apoyo del gobierno municipal para la construcción de una escalera y la colocación de pasamanos en ambos lados de la misma.
Se observa a la distancia
La monumental cruz del cerro del Martillo se puede apreciar a la distancia, por lo que habitantes de comunidades distantes como Los Jobos, Perera, Ejido Quebrache, Emiliano Zapata, La Guasima y otras más así lo han confirmado.
Además, que este lugar provoca en los asistentes una sensación de calma, de paz, de tranquilidad, que armoniza con el ambiente de la vegetación que le rodea y es un excelente mirador por la vista panorámica que presenta, ya que en días despejados es posible ver el cerro del Bernal, en Tamaulipas y la sierra de San Luis Potosí.
Por ello la monumental cruz en lo alto del cerro del Martillo se ha convertido para los creyentes en un símbolo de fortaleza, fe y esperanza para los habitantes de las comunidades de la zona rural en el municipio de Tampico Alto.
La monumental cruz se ha convertido en el símbolo de fortaleza, fe y esperanza para la población.