La historia de Miriam Rodríguez, activista tamaulipeca, que el 10 de mayo de 2017 fue asesinada en San Fernando, Tamaulipas, después de haber padecido el secuestro de su hija, así como la búsqueda y captura de los responsables, llegó en forma de película al Festival de Cannes.
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“La Civil” es la ópera prima de la directora Teodora Ana Mihai, quien conoció a Miriam cuando consideraba hacer un documental que narraría desde el secuestro de Karen, hija de la activista, hasta la cacería que tuvo que emprender, prácticamente sola, para dar con los captores.
El filme que relata esta historia, sobrecogedora por ser real, fue ovacionado durante ocho minutos en la proyección que se realizó el 9 de julio tras su exhibición en la Sala Debussy.
ASÍ COMENZÓ
La historia de Miriam, que supera la ficción, inició el 23 de enero de 2014, cuando su hija Karen de 20 años de edad fue secuestrada en San Fernando, municipio tamaulipeco que acumula relatos para hacer más de un festival de cine completo.
La joven, que había sido privada de su libertad, nunca más volvió a ver a su familia, pese a que Miriam se reunió con uno de los captores en un restaurante de San Fernando y entregó unos 2 mil 500 dólares para obtener información y dar con ella.
Para ubicar a los responsables, la mujer se pintó el cabello, usó disfraces y se apostó frente a las casas y trabajos de los sospechosos, en septiembre de 2014 ella misma obtuvo la confesión de dónde podrían haber estado los restos de su hija Karen.
Así, luchando contra los que le decían que no siguiera, con autoridades omisas, Miriam, según registros periodísticos, dio con una decena de sospechosos, algunos de ellos terminaron presos en el Penal de Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, donde tres de ellos aprovecharon un motín para fugarse.
La activista sabía del riesgo que esto implicaba, así que solicitó el apoyo de las autoridades e ingresó a un sistema de protección que consistió en que elementos de la Policía Estatal de Tamaulipas hacían recorridos constantes de vigilancia cerca de su domicilio en San Fernando.
Fue justo ahí, afuera de la casa “vigilada”, donde Miriam quedó sin vida, al ser asesinada a disparos por un grupo de desconocidos; era el 10 de mayo de 2017, Día de las Madres.
QUE SE CUENTEN TODAS LAS HISTORIAS
El activista Guillermo Gutiérrez, representante del Colectivo Familiares y Amigos de Desaparecidos de Tamaulipas, destacó la necesidad de visualizar las historias de violencia que se han padecido en Tamaulipas, aunque señaló que ello no exime a las autoridades de cumplir con sus tareas de búsqueda.
“Para mí es una denuncia, y qué bueno, porque fue una actitud muy valerosa por parte de Miriam, ella se dio a la captura de los asesinos”, declaró el activista, cuya hija de 18 años fue secuestrada desde el 2011.
Señaló que la historia de Miriam exhibe el hecho de las fallas del sistema de protección, “es parte de la responsabilidad de la autoridad que no dio la protección, aun a sabiendas de que estaba siendo amenazada”, puntualizó.
Por la muerte de Miriam, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al Gobierno del Estado de Tamaulipas, ya que se consideró que las autoridades violaron los derechos a la vida y, también, fue violentado el derecho a la seguridad jurídica en agravio de la víctima y tres de sus familiares.