En el norte de Tamaulipas, la ciudad de Nuevo Laredo apuesta por la reforestación y el alumbrado público. Alrededor de la ciudad se plantaron poco más de mil 300 árboles y se instalaron 32 mil 900 luminarias en diversas vialidades. La inversión en obra pública tiene el objetivo de elevar la calidad de vida de la ciudadanía.
“Aunque aún nos faltan cosas por mejorar, hoy podemos ver una ciudad diferente en la que se respira un gran cambio”, aseguró Carmen Lilia Canturrosas Villareal, alcaldesa.
La importancia del alumbrado público
A través del programa “Nuevo Laredo se prende” se colocaron 32 mil 900 luminarias de tecnología LED en diversas calles, plazas y parques públicos del municipio, con una inversión total de 171 millones 276 mil 782 pesos.
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De acuerdo con la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía, “La iluminación en vialidades y espacios públicos es una medida indispensable de seguridad para peatones y vehículos, que se utiliza tanto para prevenir accidentes como para impedir actos delictivos”.
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De igual manera, el alumbrado público puede mejorar el aspecto de las vialidades al resaltar fachadas de edificios, jardineras, monumentos, etc.
Beneficios al medio ambiente de sembrar árboles
El programa piloto de reforestación contó con un presupuesto de siete millones de pesos, con el cual se adquirieron y plantaron poco más de mil 300 árboles.
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La Fundación Red de Árboles, junto con el portal de BBVA, enlistan las diversas ventajas al medio ambiente de la reforestación:
- Reducción de los niveles de CO2 en la atmósfera
- Proporciona nutrientes a los hábitat degradados
- Brinda un refugio a diversas especies de flora y fauna
- Incrementa la biodiversidad de la región
- Propicia la recuperación de cuencas hidrográficas
- Evita la degradación del suelo
- Mejora la calidad del aire
- Restablece la cubierta forestal
- Genera espacios para el contacto con la naturaleza
- Incrementa la polinización
La ciudad de Nuevo Laredo invirtió más de 178 millones en reforestación y alumbrado público, lo cual traerá beneficios a corto y largo plazo. Por un lado, las calles bien iluminadas propician una mayor sensación de seguridad y confianza. Por el otro, cuando los árboles crezcan se convertirán en una barrera natural contra huracanes e inundaciones.
