Además de la gastronomía y de la calidez de su gente, Tamaulipas se caracteriza por albergar sitios naturales impresionantes, tal es el caso del desierto mexicano que se encuentra en el pueblo mágico de Tula, ubicado en la Sierra Madre Oriental.
Esta es la ciudad más antigua de Tamaulipas y cuna además de la cuera tamaulipeca, la cual se convirtió con el paso de los años en un objeto de lujo para las galas en el estado, por lo que visitar esta zona te dejará sorprendido.
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Tula se caracteriza por el paisaje contrastante que mezcla el desierto con el bosque, el municipio se sitúa a mil 170 metros sobre el nivel del mar, posee un clima cálido-seco.
Los deliciosos frutos del desierto mexicano en Tamaulipas
En Tula no pueden faltar los productos del desierto, como la tuna o el nopal, mismos que han sabido aprovechar sus habitantes.
Existen en esa zona varios tipos de cactus de los que se preparan helados. Por ejemplo, hay un cactus que se llama candelabro y el producto que sale de este se llama garambullo, una fruta característica.
Adicionalmente, los frutos del desierto como la biznaga tiene beneficios para la salud, por ejemplo, previene los ataques al corazón. Además, si alguien está estreñido puede probar la pitaya.
Si visitas el desierto de Tula encontrarás que hay cactus más grandes que el ser humano que te sorprenderán.
¿Cuál es el secreto de este pueblo mágico?
Un brillante pasado con monumentos y predios majestuosos; tradiciones, multiculturalidad y una suculenta gastronomía del desierto.
Para entender la riqueza que envuelve este pueblo mágico hay que conocer sus cascos de hacienda en el desierto, puesto que en esa zona se explotaba el ixtle, una especie de lechuguilla con la que se hace el mecate y ese ixtle se llegaba a exportar a Europa.
El pueblo mágico de Tula, Tamaulipas, es donde conviven el misticismo del desierto mexicano y la historia para ofrecer una buena experiencia de viaje.
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¿Cómo llegar al desierto ubicado en Tula?
La aventura comienza al tomar la carretera para cruzar la imponente Sierra Madre Oriental, la cordillera sirve como barrera natural para los huracanes y la humedad procedente del golfo de México. Así que del otro lado de la sierra, Tula ofrece un panorama desértico que nos dan la bienvenida.
Si sales desde Ciudad Victoria puedes irte por la carretera federal 101 y seguir los señalamientos. El tiempo aproximado del trayecto es de dos horas.
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Así que prepara tu próximo viaje al pueblo mágico de Tula, un sitio tamaulipeco lleno de paisajes -desde el del desierto hasta el bosque- sorprendentes, rica gastronomía y bellas artesanías.
