En el segundo trimestre del año, la llegada del Covid-19 representó para la gran parte de los sectores un gran reto.
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El trabajo en casa disminuyó un 8%, al pasar de 23.5 a 15.2% de los ocupados de más de 18 años. Además de trabajar desde su casa, este segmento de la fuerza de trabajo participó en otras actividades no remuneradas, representando en muchos de los casos una doble actividad.
En la encuesta telefónica sobre el Covid-19 y el mercado laboral realizada de abril a junio de 2020, se dio a conocer que el empleo formal tuvo una recuperación de 4.1 millones de personas, ya que pasó de 35 millones a 39.1 millones de personas, como consecuencia de la disminución de personas no económicamente activas.
El Inegi analizó la evolución y desafíos que ha enfrentado el mercado laboral mexicano este año, derivado de la pandemia originada por el Covid-19.
De la población económicamente activa, se identifica aquella disponible y no disponible para trabajar, en julio el 25.6% se declaró disponible para trabajar y el 74.4% restante como no disponible; en abril la PNEA disponible era de 41% y la no disponible era de 59%.
De la población disponible para trabajar o que deseaban trabajar, pero sin búsqueda de trabajo, en julio de 2020, 82.3% fueron personas ausentes de un trabajo a causa de la pandemia, a diferencia del 87.1% observado en abril.
En cuanto a la expectativa de retorno al trabajo al término de la pandemia la población ausente pasó de 42.3% en abril a 15% en julio.
En las personas ocupadas, el 22% se declaró ausente temporal o suspendida durante la contingencia sanitaria.
Por sexo, el 25.8% del total de mujeres ocupadas eran ausentes temporales o fueron suspendidas durante la contingencia sanitaria, en tanto que para los hombres la proporción fue del 19.9%. Para ambos grupos, 88% de los casos de ausencia temporal o suspensión se debió a la pandemia por el Covid-19, también por la pandemia, 41.6% de los ocupados señaló que sus ingresos disminuyeron.