Hace 40 años trabajadores mexicanos del Grupo ICA, a través de su empresa Ingeniería y Puertos, concluyeron el dique seco de los Astilleros Unidos de Veracruz (Auver) en dicho puerto, exactamente en San Juan de Ulúa. La ingeniería había empezado a ser desarrollada desde 1979 por Luis Hernández Toca.
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Fue en terrenos ganados al mar, en los Bajos de la Gallega, donde se construyó el astillero y a finales de agosto de 1982, José López Portillo, presidente de México en ese periodo, lo inauguró, comenzando así la construcción naval mercante en el país con un primer buque petrolero.
El dique seco de Veracruz fue el primero para construcción naval mayor, comenta el propio ingeniero Hernández Toca, quien afirma que se diseñó para construir buques tanque hasta de 43 mil 700 TPM.
“Desarrollé la ingeniería en 1979 y 1980 y la construcción también fue por mexicanos, fue la primera vez que un proyecto de este tipo de construcción se llevó a cabo en México. En 1982 entró en operación convirtiéndose en el primer centro de construcción naval mayor en México. Hoy en día Hutchison Ports es el propietario de esta instalación”, comenta.
Añade que para la construcción de estas instalaciones es importante conocer el ritmo de las mareas que es determinado por fuerzas gravitatorias y toda instalación marítima o portuaria se orienta considerando corrientes, oleajes y otros factores, condición que es uno de los principales aspectos a tomar en cuenta en este tipo de estructuras.
El astillero en el puerto de Veracruz, del cual forma parte este dique seco, fue construido con una capacidad de procesamiento de acero de unas 300 mil toneladas anuales y de construcción de barcos de una capacidad de 80 mil toneladas; se programó para que en cuanto tuviera cierto ritmo botara cuatro cascos de casi 50 mil toneladas de peso muerto cada año.
Según lo informó José Andrés de Oteyza, titular de Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial (Sepafin) en el sexenio de José López Portillo, el 35% del capital para la construcción de estas instalaciones fue aportado por Astilleros Españoles y en aquel momento el astillero de Veracruz representaría 26% de esta actividad en México.
CONTEMPORÁNEO DEL DIQUE SECO EN CIUDAD MADERO TAMAULIPAS
Añade que para la construcción de estas instalaciones es importante conocer el ritmo de las mareas que es determinado por fuerzas gravitatorias y toda instalación marítima o portuaria se orienta considerando corrientes, oleajes y otros factores, condición que es uno de los principales aspectos a tomar en cuenta en este tipo de estructuras.
El astillero en el puerto de Veracruz, del cual forma parte este dique seco, fue construido con una capacidad de procesamiento de acero de unas 300 mil toneladas anuales y de construcción de barcos de una capacidad de 80 mil toneladas; se programó para que en cuanto tuviera cierto ritmo botara cuatro cascos de casi 50 mil toneladas de peso muerto cada año.
Según lo informó José Andrés de Oteyza, titular de Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial (Sepafin) en el sexenio de José López Portillo, el 35% del capital para la construcción de estas instalaciones fue aportado por Astilleros Españoles y en aquel momento el astillero de Veracruz representaría 26% de esta actividad en México.