Después de 20 años, los hijos de Sabina encontraron a su madre quien tiene ya 63 años, luego de creer que estuviera muerta.
Llegaron a Nuevo Laredo desde la Ciudad de México, de donde son originarios todos.
Durante mucho tiempo, Marco Antonio y Aracely buscaron a su mamá Sabina, sin éxito, por lo que ya habían perdido la esperanza de hallarla con vida. Apenas la semana pasada se enteraron que en el año 1999, su madre tuvo un ataque epiléptico en calles de la Ciudad de México, y al volver en sí, se encontró en el Hospital General de Nuevo Laredo sin poder hablar ni caminar como secuela de una embolia.
Al estar sin familiares en una ciudad extraña para ella, Sabina fue canalizada en 1999 al asilo Vida y Esperanza del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Mientras tanto, sus hijos Marco Antonio, en ese entonces de 17 años, y Aracely de 15, así como sus demás familiares, la buscaron a Sabina en diferentes lugares y nadie supo nunca más de ella.
Marco Antonio cuenta que él y su hermana vivían con su padre, pues estaban separados, mientras que Sabina vivía con su tía, y en una ocasión salió de su casa y ya no volvieron a saber de ella. Cuenta que su madre padece epilepsia y cuando se ponía mal se llegaba hasta a caer y se lastimaba la cabeza.
Aracely comenta que debido a la enfermedad de Sabina, llegaron a pensar que había muerto.
Una enfermera llamada Rosario fue quien hizo posible este emotivo reencuentro, pues como atendía a Sabina, quien luego de años recobró el habla, un día le platicó que tenía dos hijos a quienes recordaba de 17 y 15 años, y entonces Rosario logró contactarlos a través de la red social de Facebook.
Marco Antonio y Aracely hoy son padres de familia, y cuentan que ahora Sabina ya es abuela, además de que tiene hermanos y sobrinos.
Cuentan que este sábado tuvimos una reunión familiar y les comentaron que había aparecido Sabina, estaban muy contentos todos.
Este miércoles, Marco Antonio y Aracely llegaron procedentes de la Ciudad de México, donde residen, para reunirse con su madre en las oficinas del Sistema DIF en Nuevo Laredo, y se la llevaran a vivir a la capital del país.
Sabina expresó su alegría de volver a ver a sus hijos.
“Va a vivir conmigo”, expresó Marco Antonio, “estamos muy agradecidos por todo este tiempo que la cuidaron, se ve que la trataron muy bien, de hecho se ve que la estiman porque ella tiene mucho tiempo aquí, muchas gracias a todos los que estuvieron con ella”.