Productores agrícolas de la zona norte de Veracruz insisten en continuar con los cultivos tradicionales, esto a pesar que cada vez resultan menos productivos y económicamente no rentables ante las condiciones climáticas que cada año se tornan menos favorables. Sin embargo, ante el difícil panorama han surgido otras opciones como el camote que pueden ser consideradas "una salvación" para el campo.
Cultivos como la jícama, principal producto en los municipios de Ozuluama, Tampico Alto y Pueblo Viejo, se mantiene a pesar que cada año la producción tiende a bajar, hay menos superficie de siembra, bajos rendimientos y mercados que se niegan a pagar precios justos.
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Para Saúl del Ángel Arteaga, director de Fomento Agropecuario del Ayuntamiento de Tampico Alto, la negativa de los productores del campo por cambiar los cultivos tradicionales por nuevas opciones de producción se debe al desconocimiento de los mismos, rendimientos, mercados, gasto de operación, costos de cuidado y necesidades de productos agroquímicos que necesitan.
El limón persa entre las opciones de siembra
Entre los productores del municipio se ha propuesto diversificar a cultivos como el limón persa, ya sea en alternancia con otras opciones de siembra, con el apoyo del gobierno local en todo el proceso de producción, desde la siembra hasta la cosecha, y el mercado destino del producto con gran demanda en el mercado internacional.
El gobierno de Tampico Alto promueve la diversificación de cultivos y se busca integrar a productores ganaderos en actividades agrícolas para ampliar la variedad de siembras y salgan de esquema de los monocultivos, ya que la zona destaca por la siembra de sandía, piña y jícama.
La intención es organizar a los productores locales interesados en la siembra del limón para que ocupen una superficie de 200 hectáreas, impulsar la creación de una empacadora que favorezca la industrialización del cítrico y obtener una unión de limoneros.
Camote, una propuesta de cultivo emergente
El cultivo de camote en el municipio de Tampico Alto es una de las actividades tradicionales que se realizan en la zona de la Brecha Huasteca, con una modesta producción a pesar que este es uno de los cultivos con mayores rendimientos por hectárea, menores costos de cultivo y con mejores precios que la jícama y la sandía.
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Deivis Sael Maya Deantes, productor agrícola en menor escala de esta región norte de Veracruz, dijo que el cultivo de camote puede ser una buena opción para la mayoría de los productores, debido a las ventajas que tiene sobre la producción de la jícama, principalmente por el costo.
Actualmente se produce camote a baja escala, por unos 15 productores que siembran este tubérculo en pequeñas superficies que apenas suman unas ocho hectáreas.
Es por eso que se considera cultivo de traspatio que tiene como objetivo el autoconsumo y el abasto del mercado en la zona sur de Tamaulipas.
El rendimiento de una hectárea sembrada de camote, bien cuidada y regada, será de 30 a 40 toneladas, similar o superior al cultivo de la jícama, pero con un costo de producción más barato y un ciclo de cuatro meses desde la siembra a la cosecha.
La siembra de cacahuate debe ampliarse y extender su zona de producción
Otro de los cultivos que se han mantenido como de traspatio es el cacahuate, con una modesta superficie de siembra y producción, pero que cada vez está tomando mayor interés entre los productores que buscan llevar esta oleaginosa a sus tierras.
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Una hectárea de cultivo de cacahuate bien cuidada tiene un rendimiento de una tonelada a una tonelada y media de cosecha que aún se comercializa de manera local en establecimientos del municipio y pequeños mercados de la región.
Los agricultores del norte de Veracruz se niegan a abandonar los cultivos tradicionales que cada vez tiene una más cara producción, por lo que se busca que diversifiquen su labor a cultivos diversos como el limón persa, camote y cacahuate que pueden mejorar sus ingresos y calidad de vida.