La dura crisis que enfrentan los agricultores en la zona sur de Tamaulipas ha ocasionado que no solo tengan que buscar alternativas para conseguir agua, ante la falta de sistemas de riego, sino también otra de las afectaciones es el tamaño y peso del producto dificultando su venta.
Darío Zúñiga, comisariado ejidal de Esteros mencionó que al menos el 80% de los campesinos que se dedican a esta actividad se han visto afectados ante la falta de precipitaciones en los últimos años.
Falta de agua dificultan el desarrollo de las frutas y verduras
Explicó que algunas frutas y verduras requieren de mayor cantidad de agua, lo que dificulta su desarrollo y en algunos casos, al momento de cosechar, es menor el tamaño al cual están acostumbrados a recolectar con menor peso.
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Un claro ejemplo de esta situación es el melón o sandía, que en el último año la medida es menor. “En algunos casos el melón se cuece antes de tiempo, por el sol, obteniendo alguna marchita en la cáscara o no son totalmente redondeadas y el que no tenga la forma o tamaño, no son tan válidas. Es más, en muchas ocasiones, como no son tan lindas, tienen un costo más accesible, con la misma calidad nutricional”.
Ante la adversidad, hay alternativas de siembra
Ante el déficit hídrico que afecta a Tamaulipas, agricultores en Altamira han decidido no arriesgar su inversión ante el cambio en los ciclos de siembra. Por tal motivo, buscan opciones alternativas en la siembra que no sean 'arriesgadas' y se reflejan en ganancias.
El calor ha destruido varios de sus cultivos, que se han “cocido literalmente bajo el sol”.
Explicó que la difícil situación que enfrentan desde hace más de ocho años ha dificultado su actividad, ya que el calor ha comenzado a destruir varios de sus cultivos, que se han “cocido”bajo el sol.
Las pocas precipitaciones siguen produciendo consecuencias en el sector productivo, el precio de las frutas y las verduras cada día aumenta más y la producción disminuye.
Cambian los procesos de siembra
Para las más de mil personas que se dedican a esta actividad, han tenido que enfrentarse a la decadencia que representa sembrar y no obtener resultados positivos que se reflejan en ganancias.
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Mencionó que las dificultades para conseguir el agua y la falta de sistemas de riego han comenzado a ser una tarea más difícil para los 'viejos' productores, quienes tienen que conseguir el agua de ríos y presas más cercanos, afectando de esta manera en la disminución de tamaño y peso en las cosechas.
