La elección concurrente que por primera vez se realizará enTamaulipas para renovar las alcaldías a la par con lasdiputaciones federales, senadurías y presidencia de la Repúblicaplantea un problema jurídico y ético ya que quienes aspiren a lareelección no están obligados legalmente a separarse de suscargos, con lo que incurren en una violación al principio de laequidad.
Al mismo tiempo, éticamente será cuestionable si algúnfuncionario público, en este caso presidente municipal, deseareelegirse, si realiza actos de campaña los mismos días en que sedesempeña como servidor público, pues no habría manera dediferenciar cuál es en ese momento su papel, consideró CésarFentanes Banda.
El asesor jurídico de la Fundación "Dr. Ricardo GuerreroHernández", A.C. señaló que aunque legalmente los alcaldes noestán impedidos de llevar a cabo tareas proselitistas mientrasfungen como titulares de los ayuntamientos, eso deriva en unaviolación al principio de equidad en la participación de losdiferentes candidatos, además de que moralmente puede sercuestionable el que se promuevan mientras ejercen un cargopúblico, con todos los beneficios que ello representa.
Destacó que aunque para la elección en curso será imposiblerealizar modificaciones a la legislación electoral para subsanaresta situación, para los siguientes procesos electorales esnecesario revisar las condiciones de competencia, a fin de quetodos los participantes tengan equidad en las contiendas.
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