La Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET), determinó la reanudación de labores en la escuela primaria "Clemente Rivera Moctezuma", del fraccionamiento Arboledas de Altamira, al confirmar que no existe denuncia alguna contra un profesor que es acusado presuntamente de hacer tocamientos a una alumna.
Arturo Esparza Parra, jefe del Centro Regional de Desarrollo Educativo (Crede) en Altamira, dijo que aunque un grupo de padres de familia acusó este martes a un maestro de presuntamente realizar tocamientos a una estudiante e inclusive, cerraron las puertas del plantel impidiendo las labores, se dialogó con ellos y se reiteró que no existe denuncia alguna ante la dependencia ni la Procuraduría General de Justicia del Estado, por lo que no puede suspenderse al mentor.
Además, dijo que se tuvo conocimiento que el profesor acudió a la capital del estado para notificar a la SET sobre esta situación, así como de las agresiones y señalamientos que calificó como calumnias de las que ha sido objeto por parte de algunos tutores.
El funcionario subrayó que las autoridades educativas están al pendiente del caso y de existir una denuncia formal ante esa dependencia o la Procuraduría de Justicia se procederá inmediatamente a investigar los hechos, para determinar si existe responsabilidad en las acusaciones que se hacen al profesor. En caso contrario, se respetará su derecho a seguir laborando y se garantizará su integridad.
Esparza Parra comentó que se hizo ver a los padres de familia que se manifestaron que deben permitir la reanudación de clases, pues en caso de que bloqueen o impidan ingreso de los trabajadores de la educación estarán incurriendo en un delito del orden federal y serán sancionados por las autoridades correspondientes, además de las afectaciones del programa de aprendizaje y enseñanza en el que participan sus hijos.
Mientras tanto, el profesor, a quien se señala como presunto responsable de los hechos, no se presentó a trabajar este miércoles y se ignora si solicitó su cambio de plantel para proteger su integridad de cualquier eventual agresión por parte de los padres de familia quejosos.