En cada incursión fuera de su hábitat en la laguna del Carpintero, los cocodrilos se juegan su destino, ya que pueden ser capturados y regresados a su hogar o reubicados en una zona lejana.
Una de las características de la geomorfología regional, es que Tampico, Ciudad Madero y Altamira están rodeados de lagunas, pero no todas están habitadas por cocodrilos o mejor dicho, no debieran estarlo.
CAPTURAS DE COCODRILOS
En la última década, imágenes y videos incluyendo las famosas “selfies” principalmente de Tampico, le han dado la vuelta al mundo por una razón, la captura de cocodrilos fuera de la laguna del carpintero.
Cuando estos saurios de la especie “Moreletti” lo hacen, paran el tráfico y son noticia nacional e internacional, porque en ninguna parte del mundo existe un hábitat de saurios a unas cuadras del centro de la ciudad, como ocurre en Tampico.
La más reciente captura ocurrió el pasado lunes, cuando elementos de bomberos lograron atrapar a un saurio de más de tres metros y medio de longitud que abandonó las aguas para internarse en las colonias aledañas en la laguna del Carpintero.
A DÓNDE VAN A PARAR
De acuerdo con el comandante de bomberos, Juan García Hernández los saurios generalmente son devueltos a la laguna del Carpintero donde se reintegran con los de su especie, estimando que a población supera los noventa ejemplares.
REUBICACIÓN
Durante muchos años se ha hablado de la reubicación, empero solo uno de ellos ha sido objeto de ese método, en el año 2021 cuando atacó y mató a una mujer que se internó en las aguas de la citada laguna, el ejemplar casi alcanzaba los tres metros de largo.
El animal fue presuntamente depositado en una alejada laguna en el municipio de Altamira por órdenes de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) al no tener una Unidad de Manejo Ambiental como se había planteado desde el 2016.
De esta manera es como se da tratamiento a los cocodrilos, conocidos en la zona como “juanchos”, al momento de dejar su hábitat y convertirse en un riesgo para los moradores de las zonas cercanas a la laguna del Carpintero, en Tampico.