Un cielo o un infierno, reencarnación o solo regresar a la tierra y empezar el ciclo de la vida nuevamente; es parte de las diferentes perspectivas que tienen las creencias alrededor del mundo, que intentan responder preguntas como: ¿Qué hay más allá de la muerte? y ¿Qué es la muerte?, con el fin de tener un consuelo ante este hecho.
Para el subdirector del Hospital Civil de Ciudad Madero, Jorge Rosendo Sánchez Medina, científicamente la muerte “es la pérdida de la vida y ocurre en la muerte encefálica o el paro cardiaco irreversible, con ausencia de reflejos del tallo encefálico”.
¿Qué es la muerte médicamente y qué ocurre después?
Además, explica cuál es el proceso por el que pasa el cuerpo humano en las primeras horas después del último pulso cardiaco.
“Hay cese de la respiración, de la circulación de la sangre y de las funciones del sistema nervioso; la piel se vuelve pálida y pierde elasticidad, los labios se vuelven secos y duros; hay alteraciones oculares como opacidad corneal, pérdida del reflejo pupilar y pérdida de la tensión intraocular que provoca flacidez ocular; hay hipotermia que es el descenso de la temperatura corporal”, mencionó el especialista médico.
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Agregó que, inmediatamente después de la muerte en las primeras dos horas, los músculos experimentan una relajación primaria a la que le sigue una rigidez muscular conocida como “rigor mortis". y desaparece aproximadamente 36 horas después del deceso.
“La sangre comienza a desplazarse hacia las regiones declives del cuerpo debido a la gravedad, lo que da lugar a una coloración rojiza-azulada de las regiones bajas del cuerpo”, dijo acerca de la última fase, para después iniciar la descomposición del cuerpo.
Los cristianos tienen su esperanza en el cielo
Para los cristianos evangélicos, hablar de la muerte es una esperanza para llegar a ver a Jesucristo, y los demás creyentes en el cielo, como lo menciona el pastor de la Iglesia de Dios Anáhuac, Rodolfo García Fernández.
“La muerte teológicamente es el proceso en el cual el alma y el espíritu se desprenden; sufren una separación del cuerpo, el cual la Biblia dice acerca de que se queda en la tumba y se vuelve polvo; y el espíritu y el alma salen del cuerpo que van con Dios”, mencionó.
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Para el líder religioso, después de la muerte la vida sigue, pero solo para el alma y el espíritu, “nosotros creemos en la vida eterna, creemos que el alma sigue sintiendo, vamos a decirlo viviendo. Nosotros los cristianos luchamos en nuestra fe para que después de la muerte podamos estar en la presencia del Señor”.
El Pastor recalcó que existen dos sitios a donde pueden ir nuestras almas, ya sea el cielo o el infierno; “el infierno es descrito en la Biblia como un lugar de tormento, un lugar de tinieblas, de oscuridad, de lloro, de sufrimiento; mientras que el cielo es descrito como algo de paz, tranquilidad, donde hay ángeles, donde hay un trono, donde también se encuentra el Cordero que fue inmolado en la cruz y resucitó”.
Ir con el “Gran Arquitecto”
Otra visión sobre el tema es la dada por el miembro masón de la Gran Logia de Tamaulipas, Francisco Gómez Pérez, quien indicó que la muerte es cuando un sistema orgánico humano deja de funcionar, pero es la muerte física, no es la muerte espiritual ni del alma.
“El alma va a renacer en otro cuerpo y el espíritu se va a unir a la ‘gran energía del universo’ que es Dios nuestro supremo creador; por eso algunas religiones, como el budismo, respetan hasta a los animales, porque no sabemos en qué vamos a reencarnar”, opinó Francisco Gómez.
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Por otra parte, indica que las ceremonias fúnebres de la masonería son distintas a las convencionales, un “Gran Maestro” de la Logia hace un ritual, en donde habla acerca de lo que fue en vida el difunto, para después seguir con la ceremonia, pero que solo pueden hacerlo los adherentes a la agrupación. Finalmente, hacen lo que denominan Cadena de la Unión, que consiste en “agarrarnos las manos alrededor, en la cual todos unidos en energía elevamos las preces al ‘Gran Arquitecto del Universo’ para que reciba a su derecha el alma del difunto”, puntualizó Gómez Pérez.
Aunque cada creencia y religión tiene una perspectiva diferente de la muerte, siempre es bueno recordarla, ya que eso nos prepara para ese momento y recordar a los que ya no se encuentran con nosotros y de cierta forma tener un consuelo de que algún día podremos volver a verlos.
