Cinco días después de aquel primero de septiembre de 1939 que inició la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Alemania a Polonia, en México solo había un sitio que se declaraba en estado de alerta; se trataba, justo, del puerto de Tampico.
Aunque hace 84 años las noticias corrían de forma distinta en ese mes la gente de esta zona estaba a la expectativa, y es que algo grave estaba por ocurrir, ya que los dueños de 15 barcos alemanes habían decidido quedarse en la zona con su tripulación por incertidumbre y miedo a ser hundidos en altamar.
El investigador en la historia naviera de México, Saúl Flores Ambrosio, declaró a EL SOL DE TAMPICO que la amenaza era tan real que los propietarios de las embarcaciones decidieron llevarlas río adentro para protegerlos.
“La guerra empezó en Europa y aquí en Tampico empezó 4, 5 días después; la primera acción fue de los dueños de los barcos fue pedirles que se quedaran en Tampico, eso fue una señal para las personas que aquí vivían”, detalló.
En Tampico se percibía la guerra
Aunque México se declaró en estado de Guerra hasta el 28 de mayo de 1942, con el hundimiento de los buque-tanque Potrero del Llano y Faja de Oro, en Tampico la consciencia de un conflicto bélico se había hecho patente con la permanencia de los buques así como de su tripulación que se estimaba en al menos 200 personas.
“Empieza a haber una psicosis por posibles sabotajes. Las tripulaciones bajan y esa es una de las leyendas que por eso la Calzada Blanca se llama así, porque empezaron a nacer muchos blanquitos por ahí, claro que no es cierto, es leyenda”, declaró.
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“Las tripulaciones no son considerados prisioneros ni nada por el estilo, porque México -en ese momento- era neutral, y no podía hacer nada contra Alemania; ellos bajan de los barcos y empiezan a convivir con la población”, agregó.
De estos 15 buques -entre ellos el crucero Orinoco, tres cargueros y el resto petroleros- el "Phrygia", "Idarwald", "MS Rhein”, deciden regresar y terminan por ser hundidos.
“Cuando México entra a la guerra se llevan a la tripulación y como no se sabía qué hacer con ellos Migración se los llevó a Guadalajara y finalmente a Perote, Veracruz, muchos de ellos regresaron y una cuarta parte se quedaron en México ”, apuntó.
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Siendo Tampico el puerto que comunicaba a México con el mundo la información de la guerra fluía en el sur de Tamaulipas.
“Cada barco que llegaba nacional como extranjero contaba algo, que estaba pasando afuera, cualquier barco que llegara principalmente de Europa traía noticias y aquí la gente lo sabía”, expresó Saúl Flores.
