Con dos molares fracturados, lesiones en cabeza y costillas resultó un estudiante del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero (ITCM), quien fue agredido salvajemente por un grupo de supuestos estudiantes.

La señora Marisela Cervantes Salazar, tía del agredido de nombre Miguel Ángel, del primer semestre de Ingeniería Química, aseguró que “mi sobrino sufrió una agresión producto de la falta de seguridad y vigilancia al interior del plantel”.

Detalló que el miércoles 10 de octubre su familiar jugaba como portero en un torneo de futbol de sala, en el Campus I del Tec Madero, cuando fue agredido “por siete sujetos del equipo Eder + 10, quienes le pegaron en la cara, cabeza y costillas”.

La quejosa, originaria de Tamuín, San Luis Potosí, dijo que pese a la trifulca “no intervinieron autoridades educativas, guardias, ni el árbitro; vieron la agresión y todo el mundo se quedó callado, no hicieron nada”.

Este viernes se entrevistó con la directora, Ana María Mendoza Martínez, para exponerle el caso “pero las respuestas son a la ligera, dice que va a investigar y habrá sólo sanciones escolares pero no estoy conforme porque a mi sobrino le quebraron dos muelas, tiene lesiones en costillas y cabeza”.

Además de resarcir el pago de los gastos médicos la familia del ofendido exigen seguridad para evitar que esta situación se vuelva a repetir “él es foráneo y tememos que estas personas de nuevo lo agredan, es la preocupación como familia”.

Denunció el condicionamiento de la atención médica “ya que me dijeron que si quiero que el Seguro de Gastos Médicos Mayores absorba la atención mi sobrino debe declarar que se trató de un accidente, lo que no es verdad, esa fue una agresión cobardemente, con alevosía y ventaja”.

Además de poner en conocimiento del Tec Madero la agresión será denunciada ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tamaulipas, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y exigieron la intervención del director del Tecnológico Nacional de Mexico, Manuel Quintero Quintero.

“Ya ha habido otras agresiones a alumnos pero temen denunciar por temor a represalias, pero si nos quedamos callados y dejamos las cosas así hay mayor riesgo que sigan”, expuso la entrevistada.