Prevén escasez de agua

La pérdida de hasta el 50% en su captación por el crecimiento en sedimentaciones y la apertura de nueva cuenta de los diques en el estero de El Camalote

Paulo Monsiváis

  · miércoles 6 de marzo de 2019

La pérdida de hasta el 50% en su captación por el crecimiento en sedimentaciones y la apertura de nueva cuenta de los diques en el estero de El Camalote, generando una fuga de miles de litros de agua dulce hacia el mar, pone en riesgo el suministro de agua en la zona de Altamira, además de otras actividades como la transportación de mercancías proveniente de las comunidades del Tamesí.

“Ya los motores de las lanchas casi golpean el fango de la laguna en varios puntos del sistema lagunario, pero también se aprecia una disminución muy significativa en el espejo de agua que se ubica en la cabecera de la ciudad, donde se han dejado de practicar actividades recreativas por este motivo”.

Señaló Sebastián Domínguez Silván, prestador de servicios en la Laguna de Champayán, uno de los principales puntos turísticos de Altamira, comentando que “es muy necesario que se inicie una estrategia para evitar que se siga fugando agua dulce hacia el mar porque los niveles pueden llegar otra vez a mínimos históricos este año por la falta de mantenimiento en el vaso lacustre”.

Indicó que actualmente se han perdido poco más de 50 centímetros en la zona de los muelles que dan hacia el centro de la ciudad y “al llegar la temporada alta de sequía en este mes de marzo la laguna puede seguir perdiendo capacidad y provocar, como hace años una crisis de agua en toda la zona, con fallas en el suministro a la población y costos altos para la operación en la industria”.

Por separado Tomás García, habitante de la comunidad de El Camalote, expuso que desde hace meses se registra una enorme fuga de agua del sistema lagunario hacia el mar por esta zona, donde se habían instalado diques, “por eso la navegación se está haciendo ahora con mucha precaución pues el nivel en varias partes es muy bajo y pueden atascarse las lanchas”.

Comentó que “el nivel de las aguas en el sistema lagunario ya no ha subido como antes, en los últimos años ha bajado y ahora que no llueve y se fuga el agua se está disminuyendo mucho, en algunas partes es díficil pasar con mercancía porque los motores de las embarcaciones se dañan y hay que buscar la forma de pasar”.

La sequía hace varios años provocó ya una crisis importante de agua en la zona de Altamira cuando varios fraccionamientos quedaron sin el suministro y se empezó un corte intermitente a amplias zonas, afectando la productividad de la industria y del campo.