La mayor parte de la industria instalada en Altamira cuenta con una planta de cogeneración de energía para autoabastecimiento; con la inevitable aprobación de la Ley Eléctrica estas inversiones corren riesgo, señaló Benito Torres, presidente del Clúster de Energía Cepegas.
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De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía de Altamira, el municipio alberga siete centrales de ciclo combinado, cuatro centrales termo eléctricas convencionales, cuatro centrales de turbo gas, una central de combustión interna y tres centrales de cogeneración eficiente.
Dentro de esas centrales están seis que opera Iberdrola, dos operadas por Águila, además de las que pertenecen a las empresas, Mexichem, Akra Polyester, México Carbon Manufacuring, Petrocel, Enertek, Styrolution, Tractebel Energía de Pánuco, Absormex, Posco y Contour Global.
Además de Flex Américas que anunció en 2020 que tenía planes de iniciar la construcción de su propia planta para generar energía, con una inversión de 50 millones de dólares.
“Será un problema, esperamos que le den reversa, no es lógico que los limiten porque las plantas cogeneradoras producen la energía para su propio consumo y el excedente es para venderlo a CFE”.
Torres consideró que se puede modificar por sentido común ese apartado de la Ley Eléctrica ya que de lo contrario se va a perjudicar a muchos productores pequeños de energía.
Al respecto, el especialista en energía, Víctor Ramírez Cabrera, vocero de la Plataforma México, Clima y Energía, mencionó que es complejo de calcular las pérdidas económicas si se frena la generación de los autoabastecimientos y a los productores independientes de energía.
“De llevarse a cabo esta definición se elimina el criterio de costo-eficiencia en el orden de despacho, lo que genera incertidumbre a la inversión al sujetarla a criterios ajenos al desempeño de las centrales de generación”, expresó.