En desuso por años e incluso décadas permanecieron varios pozos de la zona sur de Tamaulipas, los cuales ahora tuvieron que ser reactivados ante la escasez y sabor salobre que presenta el agua que llega a los hogares por medio de las tuberías.
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Algunas de estas perforaciones las hicieron hace ya más de cuatro décadas, pero ante el suministro de agua entubada en los diversos sectores quedaron sin ser usados, incluso algunos fueron tapados por sus propietarios al pensar que jamás los volverían a usar.
Quienes decidieron conservarlos hoy extraen directamente de la tierra agua limpia, de calidad y dulce, que incluso es bebida de manera directa, aunque lo más recomendable es hervirla antes de ser empleada para uso humano.
Lucia María Reyes Santiago, de la colonia Nuevo Madero en el municipio de Altamira, es una de las residentes de esta zona que decidió mantener abierto su pozo y hoy extrae el agua con cubeta y usando carrucha.
“Muchos los taparon, yo lo tengo desde hace 35 años y ahora de aquí sacamos agua”, dijo la ama de casa, quien precisó que sus vecinos acuden a pedirle agua, “no la puedo negar, porque el agua es para todos”.
Desde hace por lo menos dos semanas el agua que se suministra a los hogares del sur de Tamaulipas registra un sabor salobre, generado por la alta concentración de minerales por la sequía y la elevada evaporación, así como -según ambientalistas- por la entrada de agua salina a la laguna del Chairel, de donde se abastece la zona conurbada.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha estimado que las actuales condiciones del líquido que llega a los hogares de la región continuarán por lo menos dos semanas más, esperando que la situación mejore cuando se registren lluvias.
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